“No hay ninguna relación entre la crisis financiera del estado y la realización de los Juegos, y no hay riesgo de que esta crisis afecte la entrega de las instalaciones olímpicas”, dijo Paes en una rueda de prensa 45 días antes de la ceremonia inaugural, que será el 5 de agosto.
“Si el estado está en crisis, no es por causa de los Juegos Olímpicos, está en crisis porque está en crisis, por otras razones”, añadió Paes, tras recordar que la responsabilidad de las obras para el evento son responsabilidad de la alcaldía y no del gobierno regional.
El gobierno de Rio decretó el viernes pasado el “estado de calamidad” para pedir un auxilio del gobierno federal de unos 3.000 millones de reales (883 millones de dólares) para financiar obras relacionadas con los Juegos, como la construcción del metro entre el barrio turístico de Ipanema y Barra da Tijuca, centro neurálgico del evento deportivo (5-21 de agosto).
La previsión del déficit del estado de Rio para 2016 es de 19.000 millones de reales (5.555 millones de dólares), debido a la aguda caída de la recaudación en un Brasil en profunda recesión y sobre todo por la recepción de menos royalties del petróleo.
Paes, por su lado, se felicitó por el excelente estado de las cuentas municipales.
“Pagamos a nuestros empleados, reducimos nuestra deuda, estamos manteniendo nuestras inversiones, la ciudad está muy bien y también los Juegos Olímpicos y Paralímpicos”, destacó.
El auxilio al estado de Rio está siendo estudiado por el gobierno del presidente interino Michel Temer, que este lunes anunció la suspensión del pago de las deudas de los estados hasta 2017.