“Odio decepcionar a las personas, incluso con Patrick (Mouratoglou, actual entrenador) me decía: ‘ahora sí vamos adelante’. Él juega con los mejores y puede pensar: ‘¡ah, pero qué follón es este!, perdonad usar estas palabras, pero... ”, dijo una emocionada Osaka, justo cuando paró la rueda de prensa.
La jugadora, quien ya se había negado a participar en 2021 a sus compromisos con la prensa en Roland Garros alegando que necesitaba proteger su salud mental, necesitó una pausa de algunos minutos para poder retomar las preguntas de los periodistas, a las que respondí de manera sucinta.
Actualmente en el puesto 49º de la WTA tras haber sido madre en 2023, la cuatro veces ganadora de un Gran Slam (dos en Australia y otros tantos en Estados Unidos) atribuyó su derrota a que Badosa “fue más agresiva” que ella.
“Aprendo pequeñas cosas de cada partido. Perdí al desempate en Roma y no lo he perdido hoy (el desempate en el primer set). Soy consciente de las cosas cuando juego”, señaló Osaka, una de las primeras en denunciar la presión psicológica que sufren tenistas de su nivel, lo que llevó a retirarse del torneo de Roland Garros de 2021.