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López culminó la gesta al imponerse en la final de la categoría de 130 kilos por 6-0 al chileno de origen cubano Yasmani Acosta, bajo 7.000 espectadores en el estadio Campo de Marte.
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López celebró la hazaña alzando en volandas a sus dos entrenadores antes de arrodillarse él mismo y proceder a dejar sus zapatos en la colchoneta, una tradición de los luchadores que se retiran.
El propio presidente del Comité Olímpico, Thomas Bach, felicitó al luchador, que entregó también el primer oro de la mayor de las Antillas en París 2024.
“La misión está cumplida”, sentenció Mijaín con una gigantesca sonrisa. “Estoy muy contento. Esto es un logro muy importante en mi vida”, aseguró el cubano, alentado durante el combate con gritos de “López, López”. Ganó los títulos de Beijing 2008, Londres 2012, Río 2016, Tokio 2020 y ahora en París 2024.