“Estamos en medida de encontrar una solución con el objetivo de asegurar la celebración de la Bledisloe Cup”, señaló Ardern sobre la confrontación anual entre los dos países oceánicos.
Una flexibilización de las medidas sanitarias a la entrada al territorio neozelandés es necesaria para permitir a los jugadores australianos entrenarse juntos durante el periodo de cuarentena de dos semanas.
Esta declaración llega después de la decisión de la Sanzaar de atribuir la organización del Rugby Championship, el campeonato de las potencias del sur, a Australia en detrimento de Nueva Zelanda.
En compensación, los dos partidos de la Bledisloe Cup serán organizados en Nueva Zelanda, en lugar de uno en cada país como se hace habitualmente.