“En nuestro grupo tenemos el talento necesario para hacer el trabajo. Se trata solo de encontrar el camino hasta la final. En los partidos de eliminación directa si tienes un mal día vuelves a casa”, señaló.
“El torneo será muy competido, me hace reír cuando escucho a la gente decir que tal equipo puede ganar o que otro no puede ganar... Hay varios equipos que pueden hacerlo porque tienen talento”, continuó.
“Hay que ser capaces de combatir la presión. Claro que hay más equipos que pueden ganar el torneo con respecto a los precedentes. En 2015 había probablemente dos o tres, esta vez hay cinco o seis, es algo bueno para el rugby”, añadió.
Estrategia ante Sudáfrica
Nueva Zelanda es segunda en el ránking del World Rugby, y Sudáfrica cuarta. Ambas forman parte de un grupo B que completan Italia, Namibia y Canadá, que en teoría parten con pocas opciones de alcanzar una de las dos plazas que clasifican a cuartos.
A pesar de la importancia del arranque ante Sudáfrica en Yokohama, Hansen dejará en el banco a dos de sus estrellas, el wing Ben Smith y el insider Sonny Bil Williams. Jugará con dos hombres dirigiendo el juego del equipo. “Si se mira la historia de los All Blacks, siempre ha habido dos directores, uno con el N.10 y otro con el N.12. Solo recientemente hemos tenido en el centro jugadores como Ma’a Nonu y Sonny Bill (Williams), grandes jugadores pero no aperturas. Hemos pensado que necesitamos otro apertura para ayudarnos en el campo, para jugar como queremos, con uno por la izquierda y otro por la derecha. Esa es la idea”, justificó.