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A pesar de que acabó octavo, Lewis Hamilton no tuvo una buena carrera en el Gran Premio de Mónaco. El piloto y Mercedes creen que pudo haber rendido mejor y seguir el ritmo de George Russell, quien terminó quinto, pero los problemas en el monoplaza y una carrera estratégica de Fernando Alonso no permitieron al siete veces campeón del mundo mejorar la posición.
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“Fue un fin de semana difícil en general y tuve algunas situaciones desafortunadas, como la bandera roja en la clasificación”, expresó Hamilton, quien disparó contra el rebote del auto. “Mis dientes, mi mandíbula se movía todo el tiempo. ¡Ya estoy harto de estos rebotes!”, criticó el británico, sexto en la clasificación de pilotos (50 puntos) del Mundial de la Fórmula 1.
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“Es lo que es y realmente no hay mucho que pueda hacer al respecto. Ahora volveremos a la fábrica y lo intentaremos de nuevo en la próxima carrera”, comentó Hamilton, quien apuntó a la próxima carrera, el Gran Premio de Azerbaiyán, del 10 al 12 de junio en el circuito callejero de Bakú, que tiene 6,003 kilómetros (el último ganador fue Sergio Pérez).
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“Sólo rezo para que el coche no se sienta como aquí. Este ha sido el peor en este coche hasta ahora, sólo por los baches”, exclamó Hamilton. “Estoy bastante seguro de que nuestro coche es tan rígido que las ruedas y la suspensión lo están empujando hacia el suelo. Así que estoy deseando ver una pista más abierta. Sólo rezo para que allí no sea tan accidentado como aquí”, agregó.
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“Si la pista vuelve a estar tan bacheada en Bakú, podríamos tener problemas en las curvas (…) Allí nos espera un tipo de pista diferente, aunque hay algunas similitudes con las curvas lentas aquí en Mónaco, pero espero que podamos progresar en Bakú y mostrar un mejor nivel de rendimiento como vimos la última vez en Barcelona”, culminó el inglés a Motorsport.