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Último en el torneo Apertura y con derrota en la primera fecha de la Copa Sudamericana. El presente del Sportivo Luqueño es alarmante. Sin embargo, su “pasapelotas smart”, Tobías Flores, de 17 años, es objeto de admiración porque en realidad “juega en equipo”. El chico respira “luqueñismo” pese a no ser de la ciudad. Esto es un plus para que los fanáticos auriazules le brinden su apoyo para alcanzar sus objetivos.
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El Sportivo perdía por 1-0. Un defensor de Gremio envió el balón al costado y la inmediata reposición del recoge balones desde una posición más adelantada, facilitó la igualdad transitoria que llegó mediante el “Ropero”, Federico Santander, quien después de la derrota declaró que su equipo tuvo un pequeño bajón físico que ocasionó la caída contra un rival de peso, con mayores reservas.
Esta no fue la primera vez que le viveza para las reanudaciones rápida de Tobías termina en gol. El 29 de enero, una rápida devolución del esférico le permitió a Luqueño llegar a un agónico empate en Itauguá contra Cerro Porteño 1-1.
Con la tarea de pasapelotas cumplida a la perfección, el chico de las formativas del Sportivo tiene la misión de seguir escalando como futbolista para llegar al profesionalismo. Parece estar por buen camino.