“Hace algunas semanas que tenía que renovar mi contrato con el Arsenal, pero cuando el Barcelona llamó dije 'sí' inmediatamente porque no se le puede decir lo contrario, y cuando el tren pasa una vez hay que aprovechar la oportunidad”, declaró el jugador durante su presentación ante la prensa.
El Arsenal anunció el sábado haber aceptado una oferta de 19 millones de euros del club catalán para el traspaso de Song, que aún tenía tres años de contrato con los ’Gunners’.
“Estoy feliz de estar aquí, es un placer para mí venir a Barcelona, porque es un sueño, estoy en el mejor club y equipo del mundo, con jugadores muy talentosos. Es una alegría inmensa para mí y mi familia”, aseguró Song, de 25 años, que jugará las próximas cinco temporadas con la camiseta azulgrana.
“Tengo dos hijos que adoran a Leo Messi, se pasan todo el tiempo hablando de él”, aseveró el camerunés, que se congratuló de tener la “oportunidad y la suerte de poder jugar aquí”.
“Hoy soy jugador del Barcelona y voy a hacer todo lo posible para dar lo mejor de mí, espero que este año ganemos muchos títulos porque el Barça es un equipo de ganadores, de campeones”, prosiguió.
Song también habló de otras cosas ajenas al Barça, como el Real Madrid o Arsène Wenger. “No tengo mala relación con Wenger, de hecho, hoy en día soy lo que soy gracias a él. Pero es como cuando un hijo se va de casa, siempre hay discrepancias durante una negociación”, explicó.
Del club blanco, el ex del Arsenal comentó que “es un gran equipo y lo respeto mucho, pero es el Barcelona el que hace el mejor fútbol”.
En cuanto a su posición en el campo, el medio africano dijo no tener preferencias y recordó que “en el Arsenal ya jugué de central y en el centro del campo, así que me adaptaré a lo que necesite el entrenador”.
El director deportivo del club catalán, Andoni Zubizarreta, explicó que Song era “el primer objetivo en nuestra lista de fichajes” y agregó que “ahora tenemos a los futbolistas que queríamos desde un principio”.
Song, formado en las categorías inferiores del Bastia, en el 2004 debutó en la Liga francesa con 16 años. Al siguiente verano se marchó a Londres, donde fue fijo con Wenger las cuatro últimas temporadas, no solo por su capacidad destructiva, sino también creativa.