“Son esa clase de partidos en los que tenemos todo para ganar y nada para perder”, afirmó Alfaro con serenidad. “Porque si nosotros ganamos y se llegan a dar los resultados, ¿qué habremos conseguido? Un sueño postergado 15 años. Fíjense lo que hay detrás de 90 minutos. ¿Si perdemos qué pasa? Nada, lo volvemos a intentar contra Ecuador cuando vengamos acá”. El técnico explicó que esta perspectiva les permite jugar sin el peso de la obligación.
Alfaro diferenció claramente la situación actual de partidos anteriores, donde la presión era una constante. “Distinto es cuando tenés que jugar con la necesidad”, señaló. “El partido de Uruguay y de Chile eran partidos de necesidad. Chile, si ganaba, se metía en la discusión de la pelea por la clasificación; al perder con nosotros, le seguían dando los partidos, pero el golpe que recibió Chile esa noche fue un golpe muy fuerte y es al día de hoy que no se pudo recuperar de ese golpe”.
Para la Albirroja, esos encuentros tuvieron un significado diferente. “Para nosotros fue dar un paso más hacia el objetivo”, explicó. “El partido de Uruguay era lo mismo; para Uruguay era la chance de cerrar en este combo la clasificación a la Copa del Mundo. Para nosotros, ganar a Uruguay no nos garantizaba nada”.
El estratega profundizó en la distinción entre la “necesidad de conquista” y la “necesidad de no perder todo lo que uno ha luchado”, una situación que Paraguay vivió en el pasado. “Llega un punto donde las instancias son límites: la pasás y estás, te quedás y te quedás al margen, y tenés que volver a esperar para empezar de nuevo”, comentó Alfaro, recordando los periodos en los que la Albirroja llegaba a instancias cruciales “donde necesitaba una victoria para seguir con vida hasta que se cerraba el tubo de oxígeno y no podía seguir respirando”.
Con los puntos ya sumados, el panorama actual es diferente. “Si nosotros nos creemos que ya conquistamos todo, que ya con los puntos que tenemos nos alcanza, no sé si nos alcanza, va a depender de los puntos que saque Venezuela”, advirtió Alfaro, manteniendo los pies en la tierra. No obstante, reiteró el mensaje clave: “Ahí es donde tenemos que saber que es un partido en el que tenemos todo para ganar y nada para perder. Se puede perder el partido, pero eso no va a modificar las chances que el equipo tenga de seguir aspirando a clasificar a una Copa del Mundo”.