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Thomas Müller marcó el lunes la primera tripleta del Mundial para que la selección alemana de fútbol aplastara 4-0 a Portugal en el debut de ambos en Brasil 2014.
Müller marcó a los 12, 45 y 78 minutos del partido mientras que Mats Hummels convirtió a los 31.
Cuando Alemania se imponía 2-0, las cosas se pusieron peor para Portugal, que a los 37 minutos sufrió la expulsión de Pepe, quien podría afrontar una suspensión de hasta tres partidos por conducta violencia.
Pepe, que tiene un extenso historial de perder la calma, se inclinó sobre el delantero alemán Müller cuando éste estaba sentado sobre el césped e hizo chocar sus cabezas, un altercado innecesario que podría suponerle un duro castigo.
El central nacido en Brasil había dado un manotazo a Müller en la cara en una falta inofensiva, pero se ofendió cuando el alemán cayó al suelo, volviéndose hacia el delantero y recriminándole la acción empujando su frente contra la cabeza del futbolista germano.
El árbitro serbio Milorad Mazic no dudó a la hora de expulsarlo. En el Mundial, una tarjeta roja supone la expulsión obligatoria para el siguiente partido, pero es normal ampliar la sanción en caso de que haya originado en una jugada violenta.
El partido corresponde al apertura del Grupo G del Mundial, que también comparten Ghana y Estados Unidos.