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Se trata de un jugador de gran experiencia, ganador, fundamental en los momentos decisivos, de esos futbolistas que aparecen y le ponen el alma a cada partido, de los que en los momentos de derrota da la cara y asume errores.
Lugano fue el capitán uruguayo en los últimos momentos exitosos de la selección charrúa. Debutó con la celeste en el 2004 y ya se sabía que se trataba de un jugador con carácter, con imposición de su físico y su personalidad. Un gran jugador dentro y fuera de la cancha.
Nacido en la ciudad de Canelones, a 40 kilómetros de Montevideo, capital del Uruguay, ya de chico adquirió el apodo de “La Tota”. Surgió futbolísticamente en Nacional, club donde no tuvo muchas oportunidades de consolidarse en el primer equipo. Fue a préstamo al Plaza Colonia, un cuadro de los denominados en desarrollo en el interior de Uruguay. Concluido el mismo regresó a Nacional pero su representante lo aguardaba con una tentadora propuesta para emigrar a Brasil. Y allí partió. San Pablo fue el club que contrató los servicios del zaguero y allí logró todo. Títulos locales, continentales y mundiales en el período de 2003 a 2006.
Por si fuera poco logró transformarse en ídolo del club y hasta hoy sus hinchas lo aclaman. Al finalizar su vínculo con San Pablo partió a Turquía al equipo del Fenerbahce donde estuvo por 5 temporadas. Los títulos locales seguían para el charrúa. Finalizado el contrato con el elenco turco el Paris Saint Germain se interesó en él y lo integró al equipo. Allí estuvo por una temporada y luego fue cedido al Málaga de España. Concluida el préstamo pasó al West Bromwich de Inglaterra.
En estos últimos dos equipos los resultados y la participación del futbolista no fueron las mejores. Lugano jugó el Mundial Brasil 2014 con Uruguay y algunas lesiones lo marginaron de la titularidad. Con la intención de volver a su mejor nivel volvió a empacar para continuar su carrera deportiva. El equipo que se hizo de sus servicios fue el Hacken de Suecia, un equipo que lo trató muy bien y le permitió al futbolista adquirir fútbol y una mejor forma física.
Diego Lugano es un verdadero capitán. Sencillo, humilde, solidario y un gran profesional. A los uruguayos los conquistó con su liderazgo, su temple, su entrega y por los resultados obtenidos sobre todo con el cuarto lugar en Sudáfrica 2010 y con la Copa América de 2011 ganada por Uruguay en Argentina.
Es un zaguero de dos áreas, fuerte en defensa y gran herramienta en ofensiva en las pelotas quietas. Por sus características el futbol paraguayo le vendrá como anillo al dedo y más aún la chance que le da Cerro Porteño ya que en las últimas convocatorias el entrenador de la selección uruguaya, Oscar Tabárez, no lo convocó y es sabido que Lugano no se ha retirado de la selección celeste.
En materia de los desafíos, el zaguero intentará volver al nivel para retornar a la selección, también la posibilidad de defender a un equipo grande a nivel continental como Cerro Porteño le marca vigencia y lo pondrá verdaderamente en una prueba para ver su rendimiento actual.
Diego Lugano firmará contrato con el azulgrana y, si repite lo hecho a lo largo de su carrera, conquistará a la hinchada, buscará con todas sus herramientas consolidarse y adaptarse rápidamente al futbol guaraní. Los resultados no se anuncian, se dan.