Cerro Porteño exhibió una sólida postura durante la etapa inicial, demostrando actitud y entrega para lograr equiparar la intensidad que siempre intenta proponer Palmeiras, poblando terreno rival, haciéndose además dueño de los rebotes y rondando persistentemente el área del Verdão. Esto impidió que el conjunto brasileño, que presentó un elenco mix, desplegara su habitual potencial ofensivo hasta el ocaso de la primera mitad, momento en el que, en un lapso de cinco minutos, todo pareció desmoronarse.
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La postura azulgrana era buena; sin embargo, ante rivales del calibre de Palmeiras, resulta crucial mantener una concentración absoluta en cada detalle del juego. Los brasileños no necesitan generar demasiado volumen de juego para causar daño, ya que su riqueza técnica les brinda la posibilidad de capitalizar cualquier concesión del adversario. La muestra de eso fue el rechazo corto de Arias, que no pudo castigar Facundo Torres, la primera clara forzando el error del rival.
En un detalle, el elenco brasileño logró inaugurar el marcador, con el tanto que se originó en un traslado en la congestionada zona medular de Lucas Evangelista. Éste recibió una infracción de Wilder Viera, cuya acción generó la airada protesta de Robert Piris da Motta, quien se sumó al volante infractor en los reclamos, en lugar de impedir la rápida reanudación del juego por parte del volante brasileño, quien con astucia, habilitó rápidamente al atento Estêvão, éste, recibió el balón al borde de la medialuna y ejecutó un zurdazo potente e imparable que fue a parar al ángulo izquierdo del sorprendido Alexis Martín Arias.
El Ciclón continuaba merodeando el área rival, pero la primera aproximación clara la gestó a través de una jugada de pelota parada, que involucró a sus defensores: el doble cabezazo, primero de Gustavo Velázquez y luego de Lucas Quintana, direccionó el esférico hacia Matías Pérez, éste, desde una posición inmejorable, desaprovechó una oportunidad de anotar al intentar controlar el balón, acción que favoreció el rechazo de Bruno Fuchs, que cayó a los pies de Daniel Rivas, quien, en su afán de controlar, se vio superado por la velocidad de Vitor Roque, el delantero quedó cara a cara con Alexis Martín Arias y definió justo al lugar donde se encontraba el portero.
En la segunda mitad, Cerro Porteño adelantó sus líneas y estuvo cerca de igualar el marcador con un zurdazo desviado del discreto Daniel Rivas, quien ejecutó deficientemente un contragolpe conducido por Federico Carrizo, este último fue posteriormente sustituido, una decisión que generó el visible descontento de los ofuscados hinchas azulgranas. El riesgo de encajar un gol de contraataque era latente para el equipo local, en una de esas acciones, Paulinho estuvo a punto de duplicar la ventaja con un potente derechazo que, tras ser rozado por las manos de Arias, se estrelló contra el travesaño.
En la recta final del partido, Cerro Porteño acarició el empate en una doble oportunidad: primero mediante un zurdazo de Wilder Viera que se estrelló por el travesaño, cuyo rebote favoreció a Gabriel Aguayo, quien volvió a meter el centro al área, encontrando la cabeza de Jonatan Torres, quien aplicó el cabezazo que pasó rozando el poste izquierdo de la portería defendida por Weverton. Finalmente, en el cuarto minuto de adición, en una acción de contragolpe, Vitor Roque dio muestra de suficiencia física, sentenciando el encuentro tras eludir con velocidad y técnica a Gustavo Velázquez, Lucas Quintana y Alexis Martín Arias, para luego anotar con el arco vacío.
