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El Sportivo Trinidense avanzó a la siguiente fase de la Copa Paraguay tras vencer a Olimpia en la tanda de penales por 4-2, luego de igualar a un gol en tiempo reglamentario. Además del triunfo, otro punto que dejó la jornada fueron los gestos de Vladimir Marín tras convertir su tiro de manera exquisita.
El colombiano, muy querido por la afición decana, picó su penal y lo festejo golpeando la palma de sus manos de forma efusiva. Esto le valió una amarilla. A través del Instagram, Marín explicó que fue una manera de protesta en contra de la directiva franjeada.
“Quiero que el presidente me pague”, expresó el jugador que en el 2012 fue despedido del club de Para Uno por un caso de indisciplina en el que también estuvieron involucrados otros compañeros. Añadió que “por amor al club” no recurrió a demandas y que ahora no le “atienden ni el teléfono”.
El zurdo llegó a la entidad franjeada para el arranque del Apertura 2011 y levantó el Clausura 2011 vistiendo la casa decana. Fechas antes para el final del primer torneo del 2012, le rescindieron el contrato por hechos de indisciplina.