Cazorla, de 32 años, no juega con el Arsenal desde octubre de 2016, y ha pasado por el quirófano en ocho ocasiones por su lesión en el tendón de Aquiles.
El extremo reveló a principios de noviembre que una infección de gangrena había “comido” ocho centímetros del tendón y que los doctores le habían aconsejado que diera las gracias si era capaz de volver a caminar.
“Es la peor lesión que haya visto nunca”, declaró Wenger este jueves durante su conferencia de prensa semanal, a dos días del derbi de Londres ante el Tottenham. “Lo que comenzó con un dolor en el tendón de Aquiles fue después a peor y a peor”, reveló el técnico de los ’Gunners’.
“Soy consciente de cuánto ama Santi (Cazorla) jugar a fútbol y le encanta salir ahí fuera cada día, y yo lamento mucho lo que le pasó, porque es increíble”, añadió.
“Lo vi hace un mes y le dije que se preparase lo mejor que pudiese, tiene un equipo médico competente a su lado”, explicó Wenger, que confirmó que no habló con él recientemente, pero se mostró “esperanzado en que esté disponible en enero”.
Preguntado sobre la posibilidad de que Cazorla no vuelva a jugar, Wenger respondió: “No hablemos de eso, pero espero que no sea así”. Cazorla llegó al Arsenal en 2012 procedente del Málaga.