“Yo tengo un recuerdo increíble, porque a mi hija le gustaban mucho las fiestas. Y estoy seguro que donde está, sigue haciendo fiestas. Recuerdo una foto que tengo con ella increíble, en la final de la ‘Champions’, en Berlín, después de ganarla, clavando una bandera del Barcelona en el campo. Tengo el deseo de poder hacer lo mismo con el PSG. No estará mi hija físicamente, pero estará espiritualmente. Y eso, para mí, es muy importante”, dijo hace apenas unas semanas el técnico asturiano.
Dicho y hecho. La afición del PSG previó el momento y preparó un precioso homenaje al técnico y a su hija, a la que tiene muy presente.
La pancarta dejó otra imagen para el recuerdo, con Xana y Luis Enrique en forma de dibujo animado, plantando juntos una bandera del PSG en el centro del campo que desató los aplausos del Allianz Arena.
“Xana siempre presente”, publicó el PSG en su cuenta oficial.
Luis Enrique, que hizo historia con el PSG, que ganó el primer triplete del fútbol francés y el segundo de su carrera, y que dio una exhibición sin precedentes en la final, con un 5-0 histórico al Inter, resultado nunca antes visto en una final de Liga de Campeones o Copa de Europa, se lleva también un recuerdo imborrable de una afición que le venera porque ha llevado al club a lo más alto.