Bajo la magistral conducción del portugués José Mourinho, el Inter hizo gala de una clase táctica magistral, contrarrestando el potente ataque del Bayern, replicando con contraataques fulminantes. El héroe de la noche fue, sin duda, Diego Milito, cuyo dos soberbios goles aseguraron la victoria. El primero, en el minuto 35, lo vio definir con frialdad tras una brillante pared con Wesley Sneijder. El segundo, una deslumbrante jugada individual en el minuto 70 donde dejó pagando al zaguero Daniel Van Buyten antes de encontrar la red, con ese deslumbre individual selló efectivamente el destino del Bayern y generó el delirio en los aficionados del Inter.

El camino hacia la final fue un testimonio de la resiliencia y la destreza táctica del Inter. Navegaron una fase de grupos desafiante antes de superar a formidables oponentes en las rondas eliminatorias, incluido un dramático choque de semifinales contra el entonces campeón, el Barcelona. El enfoque pragmático pero devastadoramente efectivo de José Mourinho, combinado con la disciplina táctica de grandes individualidades de jugadores como Diego Milito, Wesley Sneijder, Samuel Eto’o y Javier Zanetti, demostraron ser una fuerza imparable.

Para el Inter, este triunfo en la Champions League puso fin a una espera de 45 años, trayendo el prestigioso trofeo de vuelta a las vitrinas del Giuseppe Meazza por primera vez desde la legendaria era del “Grande Inter” de la década de los 60. Fue un momento de inmenso orgullo y reivindicación para el club, sus apasionados aficionados y, particularmente, para José Mourinho, quien cumplió su promesa de convertir al Inter en una fuerza dominante en Europa, con una previa de temporada en la que vio marcharse al Barcelona a su gran figura Zlatan Ibrahimović, pero en reemplazo del sueco arribó a la capital italiana el camerunés Samuel Eto’o, quien terminó consolidándose como una pieza clave en esa temporada para la historia.

La temporada 2009-2010 será recordada para siempre como una de las más gloriosas en la historia del Inter de Milán, un testimonio de un plan perfectamente ejecutado y de un equipo que realmente creyó en su capacidad para conquistar todo. Ahora va por su cuarto título de Champions League, en la final que disputará por el cetro con París Saint Germain, el sábado 31 de mayo en el estadio Allianz Arena de Múnich, de los campeonatos conquistados anteriormente, dos se consiguieron de manera consecutiva 1963/1964 y 1964/1965, de la mano del entrenador argentino Helenio Herrera y el recientemente recordado 2009/2010, bajo la batuta del portugués José Mourinho.
