El desastre del Milan en la Serie A, en la que marcha octavo, solo tiene una solución. Ganar la Copa Italia es el único clavo al que se puede agarrar este equipo, ubicado a 3 puntos de la sexta plaza en la liga cuando faltan dos jornadas.
La sensación es que el Milan es plenamente consciente de ello. Se puso el mono de trabajo en cuanto vio que se complicaron sus opciones vía campeonato liguero y eliminó al Roma en cuartos y a todo un Inter de Milán en la eliminatoria doble de semifinales que recordó a ese equipo que levantó la Supercopa de Italia en enero con el luso Sergio Conceicao recién llegado.
Su única salvación, la del técnico, que se arriesga a la destitución a final de temporada, pasa por levantar el título.
En caso de no ganar esta final, la temporada del Milan será recordada como un desastre, con un baile de entrenadores portugueses -Paulo Fonseca inició la campaña- que no mejoró en ningún momento el juego del Milan campeón del ‘Scudetto’ de 2022 y semifinalista de la Liga de Campeones en 2023, cuando el club apuntaba alto hace apenas dos años.