Según indicaron medios locales, esa instancia consideró que no puede decidir sobre un asunto que, entre tanto, el PSG llevó el asunto ante el Tribunal de lo Laboral de París.
La Comisión de Apelación se negó, además, a imponer al club las sanciones deportivas que exigían los abogados del jugador, que pedían incluso que su caso fuera elevado a la UEFA para impedirle disputar la Liga de Campeones.
Mbappé, que a finales de la pasada campaña fichó por el Real Madrid, había visto como le daban la razón las dos instancias de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) para el arreglo de contenciosos salariales, la Comisión Jurídica, el 11 de septiembre de 2024, y la Comisión Paritaria, el 25 de octubre.
El club acudió a la justicia ordinaria mientras los abogados del jugador siguieron el procedimiento deportivo, que pasaba por la FFF. Primero fue la Comisión de Disciplina la que se consideró inhábil para estudiar el caso y, después de que la abogada del jugador, Delphine Verheyden, lo elevara a la de Apelación, parece que la vía deportiva se agota.
Triunfa así la estrategia del club, que desde hace meses sostiene que solo la justicia ordinaria puede resolver este litigio.
El jugador reclama el impago de 36,6 millones en concepto de prima contractual, 5,75 millones mensuales de los salarios correspondientes a abril, mayo y junio de 2024 y medio millón al mes de primas por primas de ética de esos tres mismos meses.
En total son 55,4 millones de euros que el club sostiene que corresponden a la suma que el jugador se comprometió a dejar en las arcas del club a principios de la temporada 2023/2024.
Lo hizo unos meses después de comunicar al club su intención de no hacer efectiva la renovación automática por una tercera temporada del contrato que firmó en 2022 de dos campañas más una opcional.
Esa decisión motivo que el presidente, Nasser Al-Khelaifi le diera un ultimátum: o renovaba o se marchaba ese mismo año, para dejar al menos algo de dinero en el PSG.
Ante la negativa del jugador, Mbappé fue apartado de la disciplina del primer equipo, que empezaba a dirigir Luis Enrique. Tras más de un mes entrenando sin jugar llegó a un acuerdo tácito con Al-Khelaifi, lo que le permitió ponerse a las órdenes del técnico español.
En diferentes declaraciones a la prensa, tanto el jugador como los dirigentes del club aseguraron que el futbolista se había comprometido a no marcharse gratis.
Tras firmar por el Real Madrid, el futbolista reclamó esas sumas que el club considera que no debe pagarle por un acuerdo tácito.
Ahora, serán los tribunales ordinarios, que no suelen ser rápidos en tomar este tipo de decisiones, los que decidirán sobre el contrato. EFE.
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