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Uruguay se impuso este sábado en tanda de penales a Brasil en el Allegiant Stadium, de Paradise (Nevada), y avanzó a las semifinales de la Copa América.
El clásico sudamericano tuvo mucha intensidad y un atractivo trámite de ida y vuelta, pero pocas situaciones de gol. Mucha fricción, mucho choque y pocos destellos individuales.
Ronald Araújo encendió las alarmas en el equipo de Marcelo Bielsa a los 32 minutos, al sentir una dolencia muscular al momento de cortar un centro. La lesión le obligó a retirarse del campo de juego en medio de un visible dolor y en su reemplazo ingresó José María Giménez.
Darwin Núñez tuvo la más clara para la celeste a los 34′ en el primer tiempo con un cabezazo que pasó muy cerca del travesaño. En la acción posterior, Sergio Rochet tapó un mano a mano de Rapinha, que aprovechó el descuido y se metió al área. En la ofensiva brasileña, Endrick era un llanero solitario.
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Ya en el segundo tiempo, Uruguay inclinó levemente a su favor el trámite, pues se notaba más sólido colectivamente y en defensa, a pesar de la salida de Araújo.
Los roces y las entradas fuertes se fueron acrecentando con el correr de los minutos y daba la sensación de que no iban a terminar los 22 hombres en cancha. A los 73′, Nahitán Nández arremetió fuerte contra el tobillo de Rodrygo, doblándolo completamente y ganándose la roja a instancias del VAR.
Tanto Bielsa como Dorival Júnior buscaron alternativas en el banco de suplentes, pero no las encontraron. Brasil jugó más de 20 minutos con un hombre más, pero nunca pudo hacer pesar la superioridad numérica, por lo que el partido se resolvió desde los penales.
Sergio Rochet se vistió de héroe al atajar el tiro de Éder Militao, mientras que Douglas Luiz ejecutó otro remate al poste. Allison contuvo un chute de José María Giménez que devolvió algo de ilusión, pero Manuel Ugarte no falló y anotó el tanto de la clasificación y el 4-2 final en la tanda a favor de Uruguay, que se medirá ante Colombia el próximo miércoles en Charlotte.