Un Real Madrid barrido
La humillación fue “histórica”, según la opinión unánime de la prensa española. Al mismo nivel que el triunfo 6-2 en Madrid del equipo entrenado por Pep Guardiola en 2009, o incluso la ’manita’ que le endosó el Barça (5-0) en el Camp Nou en 2010.
Desde el 2006, fecha de la dimisión de Florentino Pérez al término de su primer mandato, no se veía una pañolada igual en contra del equipo y de la directiva por parte de la afición del Bernabéu.
“El Bernabéu pide cabezas”, tituló el domingo en portada el periódico deportivo madrileño Marca, el más leído de España. “Goleada al ’Florentinato’”, era el incendiario titular de diario AS.
Este espectacular 4-0 parece más un castigo a los proyectos a corto plazo del Real Madrid que una recompensa a la política deportiva a largo plazo del Barça.
Cuando el Barcelona se decantó por enseñar los preceptos de Johan Cruyff en su centro de formación, basados en un estilo definido independientemente de sus intérpretes, el Real Madrid eligió apostar por el talento individual de los “Galácticos”, esas estrellas mundiales adquiridas a precio de oro: 1.200 millones de euros invertidos en fichajes desde el año 2000. Una política ideada por Florentino Pérez en base a sus criterios personales (Figo, Zidane, Beckham...) y que prosiguió durante su segundo mandato, iniciado en 2009: Cristiano Ronaldo, Kaka, Bale...
Cuando sonó el pitido inicial el sábado, el Real Madrid formaba con diez jugadores extranjeros en su once inicial, algo nunca antes visto en un Clásico. El único español, el capitán Sergio Ramos, tampoco procede de la cantera del club blanco. Por el contrario, el Barça salió de inicio con cinco jugadores formados en la Masia. Entre ellos el capitán Andrés Iniesta, que brilló en el centro del campo, y el joven Sergi Roberto (23 años), que dio una gran asistencia, se mostró como el futuro líder del equipo.
Tachado de entrenador timorato, Rafael Benítez intentó el sábado poner en liza a todo el arsenal de estrellas ofensivas a su disposición: Ronaldo, James Rodríguez, Tony Kroos, Luka Modric, Karim Benzema... pero la estrategia fracasó, tanto que su equipo no existió sobre el terreno de juego.
La gran proeza de su predecesor en el banco, Carlo Ancelotti, fue haber conseguido que sus jugadores se implicaran en defensa, y conquistar así la Liga de Campeones en mayo de 2014.
Pero el italiano fue despedido en contra de la opinión de los pesos pesados del vestuario, y la relación de Benítez y su grupo, especialmente con la estrella Cristiano Ronaldo, no es idílica. “Cuando un entrenador está aquí desde hace dos o tres años, las afinidades y la amistad son más fuertes que en el tiempo que ha pasado Benítez”, resume el capitán Sergio Ramos.
A pesar del calendario favorable, el Real Madrid está a 6 puntos del Barcelona cuando sólo se han disputado 12 jornadas de Liga.
Resumiendo, aunque es sólo la segunda derrota de la temporada, “la imagen de Benítez está ya muy dañada” , resume el Marca, quien lo anuncia como “sentenciado”, ya sea ahora o el próximo mes de junio.
Para retomar la calma, Florentino Pérez quizá no tenga otra opción que ascender al frente del primer equipo al entrenador del filial, Zinedine Zidane.
El antiguo ídolo del Real Madrid (2001-2006) y del equipo de Francia conserva un gran prestigio y cariño en el seno de la afición. Tuvo su período de aprendizaje como segundo de Ancelotti (2013-2014) y, desde hace un año, dirige al Real Madrid Castilla, que marcha en los primeros puestos de su grupo en la Segunda B española (3ª división).
Varios antiguos rivales y compañeros como Rivaldo, Bixente Lizarazu o Frank Leboeuf han abogado en las últimas horas por la candidatura de Zidane a dirigir al primer equipo. El propio Florentino Pérez nunca ha disimulado su debilidad por el francés: “Es cierto que una persona como él, con su clase y sus conocimientos, con su entusiasmo, puede ser entrenador”, dijo Florentino Pérez en 2013.
¿Ha llegado ya la hora de que Zidane sea el entrenador del Real Madrid?.