El volante creativo de 36 años regresó a mediados de julio a Argentinos, su primer hogar, tras dar el portazo a la dirigencia de Boca Juniors, el club del que es hincha y que lo idolatra, por los 11 títulos ganados.
Con el gol de Riquelme, que disparó desde el borde del área a los 72 minutos, Argentinos ganó en la primera fecha pese a que no jugó bien y que su rival, el ’Boca’ del ascenso (de la provincia de Corrientes, noreste), pudo haber empatado e incluso ganado el partido jugado en el estadio Diego Armando Maradona.
“Estoy bien, yo jugué las inferiores aquí, pero en aquel momento la cancha era de tierra y había tablones de madera” en las tribunas, declaró al final del partido, visiblemente contento.
Agregó que “pasaron 20 años y (en el regreso) la gente me dio mucho cariño, estoy agradecido, la gente está contenta y nosotros esperamos ir mejorando”, dijo.
Tras rechazar las condiciones que le ponía Boca para renovar su contrato que venció el 30 de junio, Riquelme firmó un contrato con Argentinos por 18 meses.
Los hinchas xeneizes ya lo lloran a la espera del debut del equipo de Carlos Bianchi, el domingo frente a Newell’s Old Boys, por el torneo Transición de primera división.
El hombre que le dio las mayores alegrías a Boca volvió a embestir contra la actual dirigencia del club auriazul, que nunca disimuló que prefería afuera del club más popular de Argentina al indomable jugador.
En un cruce de ironías a través de declaraciones a la prensa, el presidente de Boca, Daniel Angelici, dijo el viernes que si Riquelme fuera candidato a presidente, lo votaría.
Consultado sobre esa declaración, el veterano jugador respondió este sábado: “Yo quiero jugar mucho tiempo más” y agregó: “La dirigencia de Boca no son bosteros (hinchas de Boca), yo sí”.