De la mano de Messi

BELO HORIZONTE. Argentina le ganó 1-0 a Irán por el Grupo F del Mundial Brasil 2014. Sufrió para ganar la albiceleste y tuvo que aparecer Lionel Messi para marcar a los 90 minutos el gol de la victoria.

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La selección argentina de fútbol necesitó nuevamente de una genialidad de su astro Lionel Messi para lograr una agónica victoria 1-0 sobre Irán, en un partido en el que nunca pudo demostrar su superioridad ante un ordenado equipo asiático, pero en el que logró asegurar su paso a los octavos de final.

Argentina, abrumadora favorita para vencer a Irán y ganar su grupo, decepcionó con una pálida actuación en la que le costó muchísimo doblegar a Irán y necesitó del gol de Messi a los 92 minutos para quedarse con el triunfo. “Teniédolo a Messi todo es posible”, dijo tras el partido el entrenador de Argentina, Alejandro Sabella.

Con la victoria, Argentina suma seis puntos y está en lo más alto de su zona. Irán, limitado pero voluntarioso al extremo, levantó una barrera de hasta nueve hombres por delante de su buen arquero Alireza Haghighi.

Y el equipo de Sabella se mostró absolutamente impotente para perforarla. En el primer tiempo, Argentina tuvo tres aproximaciones de peligro pese a que en ningún momento mostró buen juego.

Con Lionel Messi demasiado recostado sobre la derecha y neutralizado por una férrea marca en zona, y con Angel Di María y Sergio Agüero desconectados, no hubo circuito de fútbol.

A medida que pasaban los minutos, el rostro de Sabella iba mutando de la confianza inicial a una preocupación cada vez mayor, especialmente cuando Irán avisó que podía dar una sorpresa mayor con un par de centros de pelota parada.

Un cabezazo de Jalal Hosseini casi rompe el cero, justo antes del entretiempo. Y las cosas empeoraron tras el descanso, ya que Argentina siguió sin mostrar mucho e Irán comenzó a animarse a atacar, por lo que el arquero Sergio Romero se convirtió en un hombre clave para los sudamericanos con un par de grandes atajadas.

A 15 minutos del final, Sabella decidió mover el banco. Mantuvo a sus cuatro defensores, pese a que Irán había vuelto a replegarse en su propio campo, e hizo ingresar a Ezequiel Lavezzi y Rodrigo Palacio, con lo que su equipo mostró más movilidad en ataque.

Y cuando todo parecía sellado para que Irán se llevara un resultado histórico, Messi marcó su segundo gol en el Mundial, otra vez con su sello: corrida paralela al área y un esquinado remate que dejó sin reacción al arquero.

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