El Manchester United puso fin a una serie de 18 partidos invictos en todas las competiciones al caer en su estadio contra el Real Madrid después de haber empatado (1-1) en el partido de ida en España. Este resultado le costó la eliminación de la máxima competición continental.
El triunfo blanco ha mostrado el camino al Chelsea, muy irregular durante todo el curso, y que perdió (1-0) el jueves ante el Steaua Bucartest en Rumania en los octavos de final de la Europa League.
Para el United, la Copa de Inglaterra, torneo que no gana desde 2004, es un trofeo apetecible que sumar al más que previsible título de la Premier League que ya tiene muy encaminado con 12 puntos de ventaja sobre el segundo (Manchester City) cuando quedan 10 partidos para el final de la competición.
Enfrente estarán los Blues, especialistas en esta competición, que ganaron en cuatro de sus últimas seis ediciones, la última ante el Liverpool en 2012.
Uno de los cambios con respecto al equipo que sacó Alex Ferguson contra el Real Madrid podría ser la vuelta al once titular de Wayne Rooney, que se quedó fuera en la cita de ’Champions’ por “razones puramente técnicas” , según argumentó el técnico escocés.
Los otros tres partidos de cuartos parecen menos equilibrados. El Everton recibe el sábado al Wigan, probablemente más preocupado por no descender de la Premier League, ya que ocupa la 17ª posición.
El mismo día el Manchester City juega en su estadio con el Barnsley, de segunda división. Con el título de la Premier League, que defendía esta temporada, muy lejos, la Copa es una gran opción para que el equipo de Roberto Mancini gane un título este año.
Finalmente, Millwall y Blackburn, ambos de segunda división, jugarán el domingo en Londres por la plaza restante en semifinales.