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La albirrojita iba por la revancha ante este mismo rival con quien ya perdió una final. El partido comenzó mal porque rápidamente los argentinos se colocaron con ventaja de 2-0.
Pero Paraguay con tranquilidad comenzó a controlar el partido y pudo llegar al empate. Diego Medina fue el autor de los goles que le dieron el empate a la albirroja.
El partido fue al alargue y allí llegó el tanto de Eduardo Manzano. A partir de ahí fue aguantar la arremetida de los argentinos y llegar al final. Así fue y Paraguay que hizo un gran torneo, cayendo en una solo ocasión, se consagra como el mejor del mundo en la categoría.
La Albirroja vuelve a lo más alto del fútbol de salón, esta vez en el Mundial juvenil.