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No han sido pocos los errores de arbitrales en la historia del fútbol mundial.
Habría que recordar simplemente lo que ocurriera en el Mundial de Sudáfrica 2010 cuando Frank Lampard sacó un potente remate de derecha que superó a Manuel Neuer, se estrelló contra el travesaño y picó claramente detrás de la línea de gol.
Pero el gol no fue validado por los jueces. Alemania terminó ganando el juego y avanzando en la cita ecuménica.
Como humanos que son, los encargados de impartir justicia en el deporte rey pueden equivocarse. Más aún atendiendo a que deben tomar decisiones en apenas fracciones de segundo.
Sin embargo, existen algunas veces en la que los errores hacen dudar sobre el conocimiento del reglamento o la capacidad de los jueces. Y en el fútbol paraguayo se vienen escuchando reclamos desde hace ya un buen tiempo.
Lo que ocurrió el fin de semana en el partido entre Libertad y Luqueño; o en Olimpia-Guaraní, fue apenas un capítulo más de una colección que tiene ya varios tomos.
Para muestra, un botón.
Fecha 21 del Torneo Clausura 2011. Olimpia, Cerro Porteño y Libertad llegaban a la penúltima fecha del campeonato con posibilidades de campeonar.
El Decano era el de las chances más claras pues era el que llegaba como puntero, sacando una diferencia, pequeña, pero diferencia a final.
Gracias a un gol de Pablo Zeballos, el Decano consiguió pasar al frente en el Roberto Béttega y el primer tiempo llegó a su final con la mínima diferencia para el Olimpia.
La polémica llegó en los primeros minutos del segundo tiempo. Luis Nery Caballero recibió el balón y encaró, cuando estaba por llegar al arco el guardameta Carlos Servín salió a cortar la jugada.
El ariete franjeado cayó y el árbitro, Arnaldo Samaniego, pitó la pena máxima.
La falta existió, la decisión de Samaniego de expulsar a Servín fue correcta porque era el último hombre en una jugada manifiesta de gol. Pero hubo un pequeño detalle: la jugada fue afuera del área y por lo tanto debía ser un tiro libre, no un penal.
Desde los doce pasos, Zeballos se volvió a hacer sentir para poner el 2-0, en un juego que a Olimpia se le complicó y terminó ganando 3-2. Una fecha después, el Decano terminó gritando campeón una década después.
Tercera fecha del Torneo Apertura 2014. Cerro Porteño y Sol de América protagonizaron uno de los duelos más animados del campeonato.
En un partido cargado de un sinfín de matices, el Ciclón estaba a punto de quedarse con la victoria por 4-3 sobre el Danzarín.
Hasta que en el minuto 93, Enrique Cáceres pitó la pena máxima para el equipo azul. Desde los doce pasos, Cristhian Ovelar decretó el 4-4 final.
Sin embargo, en las repeticiones posteriores se observó que la falta no fue cometida por el defensor cerrista sino que por el delantero solense.
Es más, el asistente de Cáceres indicó la existencia de la infracción del atacante pues levantó el banderín con el brazo izquierdo lo que señala falta del equipo que ataca.
Ese error le costó a Cáceres ser desprogramado por varias fechas.
Tercera fecha. Pero esta vez la situación ocurrió en Para Uno.
Corrían 31 minutos de la primera etapa cuando el mediocampista olimpista Ángel Martínez saltó a disputar un balón aéreo con el delantero luqueño Rodrigo Teixeira.
El brasileño cayó al piso y se levantó manando sangre de la frente. Al ver esto, Carlos Amarilla decidió expulsar al joven jugador franjeado sin miramiento alguno.
Pero... Martínez no llegó a tener en ningún momento contacto alguno con el rival por lo que un par de días después el Tribunal Disciplinario decidió levantarle la sanción.
Novena fecha. Otra vez en Para Uno. Olimpia recibía Sol de América.
En el minuto 32 de la primera etapa el olimpista Miguel Amado y el solense Ignacio Miño saltaron a tratar de cabecear un balón. Estando en el aire, ambos chocaron y cayeron al piso, llevándose la peor parte el franjeado.
El árbitro, Víctor Robles, que en principio no marcó ni siquiera falta, decidió mostrarle la roja directa a Miño al ver que el jugador franjeado emanaba sangre de la nariz.
En las posteriores repeticiones televisivas se pudo observar que Miño no buscó golpear a su rival, sino que el golpe fue producto de un choque casual.
Sol presentó protesta ante el Tribunal Disciplinario recordando el caso de Ángel Martínez, pero no corrió con la misma suerte y su jugador fue sancionado con dos partidos de suspensión.
Fecha 10. En el Dr. Nicolás Léoz, Libertad recibía a General Díaz.
El Águila no le estaba haciendo fáciles las cosas al Gumarelo que no encontraba la forma de romper con la resistrencia defensiva de la visita.
Hasta que llegó el minuto 40. Rodrigo López intentó penetrar al área con balón dominado entre dos jugadores rivales. El delantero liberteño cayó al piso y el árbitro, Mario Díaz de Vivar, pitó penal a favor de los locales.
La decisión fue duramente cuestionada por los visitantes y en las repeticiones posteriores se observó que no existió la falta sobre el delantero gumarelo.
Al final, Libertad terminó siendo ampliamente superior y goleó 5-0.
Fecha 11. Durante el partido entre General Díaz y Cerro Porteño, el lateral cerrista César Benítez cometió una dura falta sobre un jugador rival. La infracción fue sancionada con un tiro libre, pero el accionar del jugador azulgrana debió ser castigado con una tarjeta roja.
Pero Carlos Amarilla decidió mostrarle una amarilla.
Minutos después, Jonathan Santana acusó una falta de Reinaldo Ocampo de General Díaz. La situación parecía simila a la anterior, pero Amarilla decidió expulsar al jugador del Águila.
Para agravar aún más la situación, en repeticiones posteriores se observó que Ocampo no llegó siquiera a tener contacto con el rival.
Fecha 13. Libertad y Sportivo Luqueño se veían las caras en el Dr. Nicolás Léoz.
El Auriazul se había puesto al frente en el marcador con gol de Rodrigo Teixeira.
Pero llegó el minuto 38. El balón llegó al área de Luqueño, Lequi se dispuso a rechazar la pelota, Recalde puso el pie y Ulises Mereles cobró penal.
Penal que no existió pues en realidad la falta fue cometida por el delantero liberteño. Desde los doce pasos Rodrigo López se encargó de poner el 1-1.
En el segundo tiempo, Mereles volvió a cobrar un penal dudoso. Esta vez fue a favor de Luqueño.
El sábado, Olimpia recibía Guaraní en una nueva edición del clásico más añejo del fútbol paraguayo.
El duelo estaba empatado 1-1 y Olimpia presionaba sobre el arco de Guaraní estando ya en tiempo de adición.
Llegó un córner que fue bien despejado por la defensa del Aborigen y pasó inmediatamente a función ofensiva. Mientras se armaba el contragolpe con una clara posibilidad aurinegra de quedarse con la victoria, Enrique Cáceres decretó el final del encuentro.
Cáceres no adicionó los segundos extras que se habían perdido antes del córner debido a la lesión del olimpista Hernán Pérez y los de Guaraní se le fueron encima.
Estos son algunos ejemplos del cuestionado trabajo de los árbitros del fútbol paraguayo en los últimos tiempos.