Felix Zwayer, que dirigía el choque, mandó a la grada al preparador del Bayer Leverkusen. Los jugadores locales protestaron incesantemente y Roger Schmidt no quiso asumir la decisión arbitral.
El juez del partido, entonces, se marchó al vestuario. Pasados unos minutos volvió al césped y se reanudó el partido.
En ese momento, el Borussia Dortmund ganaba por 0-1 con el tanto anotado minutos antes por Pierre-Emerick Aubameyang. El cuadro visitante, al final, se llevó los tres puntos.