Un resultado tan contundente parece muy improbable, pero los alemanes esperan poder llegar al duelo decisivo y aspirar el domingo a un cuarto título europeo, veinte años después del último, el de Inglaterra-1996. “Vamos a intentar hacerlo bien, pero no vamos a partir del principio de que vamos a ganar por 7 a 1”, afirmó Thomas Müller, en busca todavía de su primer gol en este torneo.
Francia aspira por su parte al tercero y no quiere quedar en puertas del último partido para poder repetir la tradición de levantar el trofeo en casa, como ya hizo en la Eurocopa-1984 con la generación de Michel Platini y en el Mundial-1998 con la de Zinedine Zidane.
“Alemania es el mejor equipo, eso seguro. No hay ninguna duda sobre esto, incluso aunque hayan temblado por momentos ante Italia, que les contrarrestó. Estamos en semifinales y vamos a intentar jugar nuestras opciones”, estimó el seleccionador galo, Didier Deschamps, desplazando toda la presión a su rival pero sin evitar ilusionarse con una victoria de prestigio.
Un Francia-Alemania es un clásico del fútbol europeo y como tal está cargado de historia. El último precedente en una gran cita se dio hace apenas dos años, en los cuartos de final del Mundial-2014, cuando ambos se enfrentaron en un partido en el Maracaná de Río de Janeiro, con victoria para Alemania por 1-0. La Mannschaft terminó proclamándose campeona en ese torneo.
Pero si hay un partido que todavía es una herida abierta para el orgullo del fútbol francés es el disputado en Sevilla hace 34 años, en las semifinales del Mundial de España-1982. En la prórroga, Francia llegó a adelantarse 3-1, pero desperdició esa ventaja y Alemania consiguió empatar 3-3, forzar la tanda de penaltis y ganar allí. El partido se recuerdo además con indignación por el fuerte golpe sin castigo del arquero alemán Harald Schumacher contra el francés Patrick Battiston, que sufrió una fisura en una vértebra cervical de la que le costó recuperarse.
Más allá de recuerdos históricos y viejas cuentas pendientes, Alemania llegará a la semifinal del jueves con bajas importantes, su principal motivo de preocupación.
El partido de cuartos de final ante Italia en Burdeos, el pasado sábado, dejó varios heridos. El defensa Mats Hummels vio allí una amarilla que le hace estar suspendido en las semifinales, mientras que el mediocampista Sami Khedira y el atacante Mario Gomez se lesionaron y son baja para este partido. Gomez incluso lo será en caso de un eventual pase a la final.
A estos contratiempos se suman las dudas sobre el estado de la rodilla de Bastian Schweinsteiger, recuperado contrarreloj para este torneo y que jugó cien minutos ante los italianos, tras entrar en juego al cuarto de hora de partido en lugar de Khedira. Francia, por su parte, llegará con todas sus armas, sin lesionados ni suspendidos.
En esta Eurocopa, Alemania ha ido de menos a más. Tras una primera fase sin brillo pero con buenos resultados, el equipo fue sólido en octavos ante Eslovaquia (3-0) y derribó a su ’bestia negra’ Italia en la tanda de penales (6-5 tras empate 1-1) en cuartos. Francia, por su parte, no ha tenido que enfrentarse hasta ahora a equipos fuertes. Superó la primera fase ganando a Rumanía (2-1) y Albania (2-0), además de empatando ante Suiza (0-0) , y en octavos sufrió para remontar ante Irlanda (2-1), antes de unos cuartos cómodos ante la revelación Islandia (5-2), que dio enormes facilidades defensivas.
- Los equipos:
Alemania: Manuel Neuer - Benedikt Höwedes, Jerome Boateng, Skhodran Mustafi - Joshua Kimmich, Bastian Schweinsteiger (o Emre Can) , Mesut Özil, Toni Kroos, Jonas Hector - Thomas Müller, Mario Götze. DT: Joachim Löw.
Francia: Hugo Lloris - Bacary Sagna, Laurent Koscielny, Adil Rami, Patrice Evra - Moussa Sissoko, Paul Pogba, Blaise Matuidi, Dimitri Payet, Antoine Griezmann - Olivier Giroud. DT: Didier Deschamps
Hora: 15:00
Árbitro: Nicola Rizzoli (ITA).