Una perfecta lectura del juego
El partido no pudo superar la línea de las insinuaciones. Así, esperar que lleguen las concreciones inicialmente, era difícil.
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Luqueño no fue ni sombra del equipo que le ganó a Libertad. La puesta en ejecución del plan con tantas lesiones era complicada. Igual pudo salir adelante.
Alborno, baja por una dolencia en el aductor. Walter González sintió una molestia en el calentamiento. Marcelo Pérez parecía una gacela, pero en su primera corrida sintió un pinchazo y tuvo que salir. Entró el Chico Pérez para maniobrar en campo reducido. Encima se lastima Alexis Villalba, el mejor de todos.
Para “General”, era el momento ideal para marcar la diferencia, pero su propuesta no fue del todo clara.
Iniciado el segundo tiempo se vio lo mejor del Rojo. Cierre providencial de Maldonado ante un envío de Clementino y desvió de Aguilar de un disparo de Arce.
Alexis clavó un frentazo tras un servicio de esquina de Báez para el 1-0. Lectura de juego excelente de Julio César Cáceres para incluir a elementos de contención por ofensivos. No es que estaba apremiado atrás, pero por las dudas...
El apremiado elenco altoparanaense empujó más de lo que jugó. Le puso ganas, que no alcanza para mejorar el promedio.
El golero Guillén dio rebote de un tiro libre de media distancia de Rodríguez y el Chico Díaz aprovechó el regalo para marcar justificarse, aunque aún esta lejos del nivel ideal.
Un resultado hasta mentiroso, porque no hubo dos goles de distancia en juego. El disminuido Sportivo lo ganó más con oficio que con otra cosa. La República de Luque disfruta de momento de felicidad tantas veces postergado.
