El partido mostró un protagonismo dividido, aunque el Sportivo 2 de Mayo fue el que mayor insistencia demostró. El “Gallo” se adueñó del balón y buscó hacer daño por las bandas, especialmente por el costado derecho, donde las incursiones ofensivas de su lateral fueron constantes. Elías Alfonso y Juan Segundo Feliú, su compañero de tándem, aparecían una y otra vez como opciones en ataque, dirigiendo el peligro hacia la portería de Martín Rodríguez.
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Por su parte, Guaraní, bajo el estreno de Víctor Bernay en la dirección técnica, no logró encontrar la fórmula para generar acciones de riesgo. Esto se debió, en gran parte, a que Agustín Manzur no exhibió su habitual claridad para combinarse con los ofensivos. A ello se sumó el escaso desequilibrio de los extremos Diego Fernández y Derlis Rodríguez, quienes no supieron aprovechar los espacios que generaban los laterales rivales, al estar muy involucrados en tareas de ataque.
El encuentro careció de numerosas acciones de riesgo, pero la primera situación clara fue para el “Legendario” en los compases iniciales. En una acción gestada en una buena incursión ofensiva del lateral Alexandro Maidana, quien extendió el avance por izquierda hacia la posición de Derlis Rodríguez. Maidana buscó la devolución dentro del área, el centro a contrapierna lo encontró solo. Conectó un zurdazo elevado que el portero Ángel Martínez desvió por encima del larguero, salvando su valla.
El equipo de la “terraza” del país recién en los minutos finales de la primera mitad logró generar su primera ocasión clara, que se originó en un desborde por izquierda de Roberto Matías Martínez, quien con velocidad superó la marca de Alcides Benítez, ganó línea de fondo y metió un centro rasante, que se filtró entre el zaguero Thiago Servín y el lateral Alexandro Maidana, hasta llegar al lado opuesto, a la posición de Juan Segundo Feliú, quien ejecutó un derechazo de primera que se estrelló contra el larguero.
Justo antes del cierre de la primera mitad, el Aurinegro logró romper el cero en el marcador, con el tanto que tuvo su origen en una recuperación del debutante José Ignacio Sosa, quien abortó un intento de avance de César Castro en la zona medular y posteriormente cedió el esférico a Alcides Benítez, quien avanzó unos metros y buscó en la frontal a Fernando Fernández. Aunque en primera instancia el control de Fernández fue defectuoso por el intento de rechazo de Parris, el balón le quedó picando al goleador, quien no dudó en sacar un potente derechazo desde el borde de la medialuna que se terminó incrustando en el ángulo derecho de Ángel Martínez, quien solo pudo resignarse a observar el tanto.
En la etapa complementaria, la polémica se encendió con un centro que terminó en mano dentro del área. Un envío de César Castro encontró el brazo del zaguero Mario López. La controversia se instaló, ya que el defensor no amplió el volumen corporal para sacar ventaja y mantenía el brazo pegado al cuerpo. Pese a esto, el juez José Méndez sancionó la pena máxima y, para colmo, ni siquiera fue llamado por el VAR, lo que lo obligó a ratificarse en su decisión, poco le importó a Fernando Ruiz Díaz, quien se encargó de la pena máxima, ejecutando una definición colocada al ángulo izquierdo de Martín Rodríguez, inatajable para el portero.
En el último cuarto de hora, el Aborigen volvió a ponerse en ventaja gracias a una gran acción gestada en la zona medular por el juvenil César Miño. Su ingreso en la recta final le dio un mejor semblante a la ofensiva aurinegra. En esta oportunidad, el delantero limpió el camino en el mediocampo y activó por izquierda a Derlis Rodríguez, quien metió un centro al área. El balón llegó a Fernando Fernández, quien con una peinada dejó fuera de acción al portero Ángel Martínez y srivió el gol a William Mendieta, quien con el arco en blanco simplemente envió el esférico al fondo de la red para sellar el segundo.
Tras el segundo tanto del Legendario, el albiazul se volcó con todo en busca de un nuevo empate. En una acción aislada, luego de un centro que la defensa aurinegra no pudo despejar, el balón le quedó a Marcelo Acosta, quien de frente a la portería estrelló el esférico en el larguero desde una posición poco creíble. Ya en el último minuto de adición, César Miño tuvo la oportunidad de liquidar el partido, picando al espacio tras un pase profundo de “Fer-Fer”, y ante la desesperada salida del portero a tres cuartos de terreno, buscó la definición lejana que se marchó afuera por muy poco.
Pero en la última acción del partido, Guaraní logró estirar la ventaja, nuevamente con la participación clave del joven César Miño. Tras recibir de Maidana por izquierda, el juvenil avanzó unos metros y divisó solo a William Mendieta en el palo opuesto. El esférico llegó al talentoso mediapunta, que con una definición de primera sometió a Ángel Martínez, quien pesar de tener contacto con el balón, no pudo desviarlo lo suficiente para evitar la caída de su valla, sellando así el tercer y definitivo tanto que aseguró el triunfo aborigen en la ronda inaugural.
