El primer tiempo tuvo un trámite para el olvido, pobre como espectáculo, que reflejó el presente de ambos elencos. Las malas condiciones del campo de juego también conspiraron para que los equipos no puedan mostrar algo más del pobre nivel que venían desplegando. El 2 de Mayo asumiendo una postura cautelosa, pero Olimpia tampoco contó con los argumentos, para imponer el protagonismo que le cedió el dueño de casa.
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En un equipo de la magnitud de Olimpia, cuando el funcionamiento colectivo no destaca, se espera que las individualidades marquen la diferencia. En este contexto, Iván Leguizamón fue el único jugador que intentó aportar un toque distinto, buscando imponer su velocidad en reiteradas ocasiones. Sin embargo, a menudo careció de la conexión necesaria con sus compañeros, en momentos cruciales para asociarse, no encontró el respaldo esperado, lo que lo llevó a continuar con acciones individuales que, en general, no tuvieron un final exitoso.
En la segunda mitad, el entrenador Fabián Bustos realizó un par de modificaciones, al dejar en vestuarios a Hugo Adrián Benítez y Alex Franco, quienes tuvieron un desempeño flojo en el primer periodo. Ingresaron Luis Carlos Abreu y Rodney Redes con la intención de aportar la dinámica que el equipo franjeado había carecido en la etapa inicial. Este cambio se notó en los primeros minutos del complemento, generando mayor sensación de peligro en comparación con lo demostrado a lo largo los primeros 45 minutos. Sin embargo, el equipo seguía careciendo de los recursos necesarios para inquietar la portería defendida por Carlos Servín.
Uno de los jugadores de “refresco”, Luis Carlos Abreu, generó la primera oportunidad clara en los minutos iniciales del segundo tiempo. Tras recibir un pase desde la izquierda por parte de Facundo Zabala, el “Pastorcito” avanzó sin marca, tuvo tiempo para observar el panorama y calibrar su centro, envió un pase elevado, preciso al segundo palo, donde apareció sorpresivamente Richard Ortiz, el capitán se elevó más que Fernando Díaz y conectó un potente cabezazo que se estrelló en el poste izquierdo del arco defendido por Carlos Servín, quien, mientras volaba, observó con alivio cómo el balón era repelido por el poste izquierdo.
Pocos minutos después, Olimpia gestó la ocasión más nítida para romper el empate que por como se estaba presentando el encuentro, no podía ser de otra forma que de una aventura individual, esta vez protagonizada por el otro jugador de recambio, Rodney Redes. Tras una serie de disputas aéreas del balón, Redes tomó posesión con potencia y logró superar las marcas de Fernando Díaz y Pedro Sosa, al encontrar el espacio, se topó con el oportuno achique de Carlos Servín, quien con su bloqueo envió el balón hacia Tobías Morínigo. Sin embargo, apareció Juan Feliú para despejar el esférico hacia la posición de Luis Carlos Abreu, quien, desde una ubicación inmejorable, conectó un cabezazo que terminó impactando en el poste derecho.
Posteriormente, el partido no ofreció mayores emociones, a excepción de un gol anulado a Lucas Pratto por una posición adelantada mínima. Sin embargo, la impresión general fue que el equipo local contaba con mayor energía en los minutos finales. Aún así, el jugador más incisivo de Olimpia, Iván Leguizamón, dispuso de otra oportunidad en el cuarto minuto de descuento, tras un rechazo corto de la defensa local dentro del área, el extremo remató con un zurdazo, rasante y cruzado, enviando el balón a rozar el poste izquierdo de la portería de Carlos Servín, para que Olimpia deje escapar una nueva posibilidad de mantener vivas sus esperanzas de pelear por el título del torneo Apertura.
