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La violencia le ganó al deporte
Ayer, en Libertad venció a Olimpia 4-0 pero quien ganó el partido fue la violencia. Nada mejor que un partido de eliminación directa, con un desarrollo normal, porque no se presta a especulaciones. De esos que da gusto ver, diría un colega. Los entrenadores no se guardaron nada, encararon el duelo con la importancia debida, pusieron toda la carne al asador y desde la difusión de las configuraciones, se presagiaba un espectáculo vibrante. Lamentablemente lo que pintaba bien, se convirtió en un espectáculo bochornoso.
Tan enchufado comenzó Olimpia que se pasó de revoluciones. Lejos de marcar la diferencia, terminó facilitando la tarea al rival que fue modificando el tablero conforme pasaba el tiempo.
En su intento por ceder el balón impulsado por Hernesto Caballero a Alfredo Aguilar, Víctor Salazar le dejó servido el balón a Lorenzo Melgarejo para el primer tanto.
Del error del “Tucu”, a la irresponsabilidad de Alfredo Aguilar, quien le entró con el tapón por delante al “Pavo” Gómez. Penal a instancias del VAR y correcta expulsión del golero por juego brusco grave.
Ale Silva fue el sacrificado para el ingreso del inexperto Pedro González. Parecía el muñeco inflable publicitario al que recurren las farmacias la inclinación del golero alternativo ante el remate de Lorenzo, quien con serenidad estableció el 2-0.
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Un tanto cada 10 minutos. El tercero de Melgarejo se produjo luego de un tiro libre de Samudio. Tito Torres perdió la marca y el cordillerano definió sin inconvenientes.
La impotencia franjeada se trasladó a las gradas, explotando bombas de estruendo cerca del arco cubierto por Martín Silva.
El presidente olimpista Miguel Cardona debió mudarse de sector en Preferencias furioso antes del cierre del primer tiempo, manifestando que sabían que iban a ser perjudicados por el arbitraje. Nada que ver. El daño lo ocasionaron sus propios jugadores.
Los desmanes ocasionados por los fanáticos olimpistas ocasionaron la interrupción inicial del duelo durante 26 minutos.
Roque Santa Cruz había manifestado que a mitad de semana tendrían un “recreativo”, generando el malestar de los seguidores olimpistas, que lo tienen marcado por haber pasado al “Guma”. Y en verdad, fue un momento de diversión para los repolleros. La estocada dolorosa fue aplicada por el mundialista luego del pase de Melgarejo.
En el segundo tiempo, los fanáticos arrancaron y arrojaron butacas a la cancha, mientras en las afueras del Defensores del Chaco rompieron todo lo que encontraban su paso. Para los efectivos del orden público, la situación de tornaba incontrolable, por lo que Giancarlos Juliadoza suspendió el cotejo a los 14′ del segundo tiempo. Jornada negra para el fútbol.