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El 25 de enero de 2010, a meses del esperado Mundial de Sudáfrica, Salvador Cabañas, el delantero de la Selección Paraguaya y del América, recibió un disparo en la cabeza.
El 2010 debió ser el año del Chava: atravesaba por un gran nivel en el América, equipos de Europa lo tenían en la mira, pero un hecho trágico, a meses del Mundial de Sudáfrica, cambió todo. El atacante recibió un disparo en la cabeza mientras se encontraba en el baño del Bar Bar de México.
Como responsable del atentado fue detenido José Jorge Balderas, conocido como “El JJ”, un año después. Cabañas sufrió entonces la pérdida de la memoria, estuvo internado durante más de un mes en el hospital, fue sometido de cuatro a seis horas diarias de terapia cognitiva, física e hidroterapia. Su vida varió por completo.
Se separó de su esposa Lorgia Alonso, perdió parte de su fortuna, regresó al fútbol profesional en el 2012 aunque solo disputó dos partidos sin completarlos. El Mariscal presentó secuelas que le impidieron continuar su carrera deportiva y hasta ahora lleva alojada la bala, que los médicos no se atrevieron a sacar.
Cabañas debutó en el 12 de Octubre en 1998 y pasó por Guaraní. En el 2001 prestó servicios en el Audax Italiano, tres años después el Jaguares se lo llevó, y en el 2006 llegó al América, club donde supo brillar.
Con la Selección Paraguaya de Fútbol marcó 10 goles, formó parte del plantel que disputó el Mundial de Alemania 2006, pero no tuvo minutos. Los paraguayos auguraban que el de Sudáfrica 2010 sería su Mundial, mas esto nunca llegó, por el balazo que recibió en la cabeza un 25 de enero, hace 12 años.
Hace un mes participó de la despedida de Nelson Haedo Valdez y durante el tiempo que estuvo en cancha, Salvador Cabañas demostró que la calidad sigue intacta y ofreció una gran asistencia.