A falta de Zlatan Ibrahimovic, fuera del duelo por resultar positivo de Covid-19, Calhanoglu fue la figura. Ya había anotado un gol y había dado una asistencia en la anterior ronda, pero este jueves fue más allá, como el líder que necesitaba el Milan y como el hombre determinante para frenar a su rival, que se adelantó por 0-1.
No duró nada esa ventaja, al cuarto de hora. Un minuto después, Calhanoglu tomó el balón entre líneas, se giró y soltó su tiro a la escuadra (1-1). A la media hora, con una estupenda asistencia, con un taconazo a la altura nada más de los mejores, por visión y por eficacia, regaló a su compañero de 18 años Lorenzo Colombo el 2-1.
No se quedó ahí el centrocampista turco, que inició el segundo tiempo con otro gol, el 3-1, al rematar de primeras un ensayado saque desde la esquina para aparentemente sentenciar un choque que ganó en incertidumbre casi de inmediato y hasta el final, cuando el Bodo Glimt estableció el 3-2 en el minuto 55. No se movió más el marcador, con el Milan rumbo a la última ronda frente al Río Ave.