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El futuro de Lionel Messi es toda una incógnita, pero está claro que no sería en el Barcelona. El jugador comunicó que desea abandonar el club ejerciendo la cláusula de salida unilateral que establece el contrato a un año de la culminación del mismo. Por su parte, la Junta Directiva encabezada por Josep María Bartomeu aclaró que el futbolista no será transferido hasta que el interesado, Manchester City o PSG, paguen los 700 millones de euros. El anuncio del argentino generó la inestabilidad de la dirigencia hasta el punto de que el presidente presentaría renuncia a cambio de la continuidad del zurdo.
Pero la decisión de Messi, según comentan los medios españoles, es irreversible. El 2-8 contra el Bayern Munich y el trato a Luis Suárez, a quien Ronald Koeman avisó por teléfono que no será tenido en cuenta, gastaron una mala relación entre el mejor jugador del mundo y el mandamás, al cual señala como el responsable de la debacle del equipo por la falta de refuerzos de jerarquía para competir en la Liga de Campeones. Este miércoles, el padre del futbolista, Jorge Messi, aterrizó en Barcelona con el fin de llegar a un acuerdo con Bartomeu para un adiós amistoso entre Lionel y la institución.
“Lionel lo tiene díficil para quedarse en el Barcelona”, comentó Jorge al Chiringuito TV mientras llegada a un edificio luego del viaje realizado en avión privado desde la ciudad de Rosario, Argentina. A pesar de la determinación de Messi, el deseo del Barça es que el “10” cumpla el año de vínculo que falta porque según el contrato, el rosarino podía ejecutar la cláusula de salida antes del 10 de junio y no en agosto, mes que estipuló la FIFA como el final de la temporada europea para los jugadores que terminaban relaciones con sus respectivos clubes.
