"Me gusta adoptar algo que escuché Guardiola. Le gusta tener un equipo que ataque en ambos lados del campo, en nuestro caso será de la cancha", explicó a EFE el estratega de 33 años.
Galvani será el segundo manejador en la historia de los Capitanes, que en sus primeros ocho años de vida tuvieron como líder al español Ramón Díaz.
En ese tiempo, el granadino hizo subcampeón al cuadro de Ciudad de México en las dos temporadas que disputó en la liga mexicana y lo comandó en sus primeros cuatro años en la G-League, en la que no logró la clasificación a los playoffs en la campaña regular.
Díaz construyó la identidad del equipo, el primero fuera de Estados Unidos y Canadá en pertenecer al sistema NBA. El estilo del eapañol estuvo basado en tener jugadores latinos en el roster y aplicar un sistema de juego que ponderase el orden defensivo y táctico del baloncesto.
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El mentor sudamericano, quien perteneció al cuerpo técnico de Díaz en las temporadas 2022-23 y 2023-24, afirmó que su idea de juego contrastará con la de Díaz, con quien dijo yuvo "peleas" por sus diferentes formas de entender el baloncesto.
"Queremos atacar el rebote ofensivo y si es posible, hacer la canasta. Queremos defender en todas partes, perturbar en todo momento a nuestros adversarios para que no ejecuten cómodamente sus jugadas. Es jugar manera fuerte, incansable. Como lo hace Pep", añadió el antiguo entrenador del Pinheiros brasileño.
A pesar de tener diferentes maneras de dirigir, Galvani admitió que sus dos años a lado de Díaz fueron de aprendizaje.
"Dejó un legado importante en Capitanes, no por nada estuvo ocho años. Lo que me enseñó fue su manera de relacionarse con los jugadores, a los que hacía tener confianza y ganas de jugar en todo momento. A veces teníamos tres partidos en la semana, con viajes largos y él siempre encontraba la manera de hacer que sus jugadores salieran motivados y con confianza a la cancha".
Una de las razones que llevaron al técnico español a no renovar su contrato con Capitanes fue la limitante de la G-League, en la que el objetivo principal no es ganar partidos, sino desarrollar talento para la NBA o ligas importantes como las europeas.
En la competición, de las 31 quintetas, solo Capitanes no pertenece a una franquicia de la NBA, lo que limita a no tener jugadores de dos vías, que tienen la posibilidad de tener un contrato que los vincule al cuadro de G-League, pero con posibilidad de subir a las Grandes Ligas del baloncesto.
Además, si un baloncestista destaca, tiene vía libre ya sea para ir a un conjunto de la NBA, sin que los Capitanes puedan evitarlo.
"Hay que tener cuidado con ese término de desarrollar o ganar. Yo creo que el desarrollo se hace para ganar. En Pinheiros teníamos el promedio más joven de la Liga con 21,5 promedio años de edad y mi idea fue forjar talento, pero siempre compitiendo. No me sirve un jugador que sea habilidoso y tire bien, si no ganamos", concluyó.