Tras la dolorosa experiencia de no clasificarse para la cita de Indonesia, Filipinas y Japón, disputada en 2023 y conquistada finalmente por Alemania, la selección argentina deberá iniciar un tortuoso camino de regreso al lugar del que no se había apartado después de 1982: la fase final de un Mundial de baloncesto.
Tras el sorteo celebrado este martes en Doha, Argentina quedó encuadrada en el grupo D de la fase de clasificación americana para el Mundial de 2027 junto a Uruguay, Panamá y un tercer rival aún por definirse y que saldrá de una ronda previa.
Todos jugarán entre sí a doble partido (en casa y fuera) y los tres mejores avanzarán a la segunda ronda; en ella, las selecciones procedentes de los cuatro grupos del continente (12 equipos) serán ubicadas en dos nuevos grupos: los tres primeros de cada grupo y el mejor cuarto de entre las dos tablas avanzarán a la fase final.
Aunque Argentina parte como favorita en ese grupo, a buen seguro ni su seleccionador, Pablo Prigioni, ni sus jugadores olvidan la anterior clasificación.
La "cagada" de 2023
"Es una cagada". Así resumió el actual base del Real Madrid Facundo Campazzo, entonces en el Estrella Roja serbio, el sentimiento tras la derrota que dejó en febrero de 2023 a la selección argentina, en aquel momento subcampeona mundial, fuera de la cita de Indonesia, Filipinas y Japón.
El equipo de República Dominicana, dirigido por el argentino Néstor 'Che' García -quien había sido despedido del cargo de seleccionador de la Albiceleste apenas unos meses antes-, acabó con las ilusiones del combinado de Prigioni al imponerse por 79-75 en el último partido de las eliminatorias, un encuentro en el que Argentina había liderado el marcador con 17 puntos de ventaja y que dejó escapar.
Ni el increíble ambiente en las gradas del Polideportivo Islas Malvinas de Mar del Plata ni la presencia de Gabriel Deck y Nicolás Laprovittola, figuras de la Liga española que acometieron viajes exprés para acompañar a la selección en tan importante cita, ni el liderazgo de Campazzo, quien pudo 'escaparse' para la ventana FIBA, algo que en su etapa en la NBA no hubiera conseguido, obraron el milagro.
Argentina, entonces subcampeona mundial y campeona de América, quedó fuera del Mundial 2023.
Una difícil transición
El palmarés de Argentina incluye un título de Copa del Mundo, el de 1950, el primer Mundial organizado por la Federación Internacional de Baloncesto y celebrado en Buenos Aires.
No obstante, su máximo apogeo llegó con la aparición, a comienzos de la década de 2000, de la bautizada como 'Generación Dorada', que ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 -eliminando en semifinales a la todopoderosa selección de Estados Unidos-, la de bronce en Pekín 2008 y la de plata en el Mundial de Indianápolis 2002, entre otros numerosos éxitos.
Manu Ginóbili, Andrés Nocioni, Pepe Sánchez y Fabricio Oberto, entre otros, hicieron soñar a los amantes del baloncesto durante años. Sin olvidar a Luis Scola, que aún brilló en China 2019 y fue el último eslabón de esa generación en decir adiós a la selección argentina, al caer en cuartos de final de los postergados Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
La última ocasión en que Argentina estuvo fuera de un Mundial había sido Colombia 1982. Pero desde España 1986, en la que la Albiceleste ganó a Estados Unidos con dos universitarios como David Robinson y Steve Kerr en sus filas- no se había perdido una sola cita -hasta la pasada de 2023-.
Uruguay y Panamá, además del tercer rival que surja de la fase previa -aún por determinarse-, serán los primeros escollos para una Argentina que sueña con retornar a la senda del éxito y, además, en Catar.