Rosberg, de 28 años, puede empezar a soñar con emular a su padre, el finlandés Keke Rosberg, que firmó la genialidad de ganar el Mundial de 1982 -con Williams- anotándose un solo Gran Premio: el de Suiza, que tuvo lugar en Dijon (Francia) , debido a la prohibición de las carreras de coches en la Confederación Helvética.
Keke ganó otras cuatro pruebas, salió cinco veces desde la 'pole' y subió 17 veces al podio, anotando cinco vueltas rápidas.
Nico, que en su día batió el récord de precocidad en firmar la vuelta rápida que detentaba el español Fernando Alonso, está a una victoria y una 'pole' de las marcas de su padre, a quién igualaría si gana un Mundial que, de momento, lidera por delante del debutante danés Kevin Magnussen (McLaren), sorprendente segundo en Melbourne, y del compañero inglés de éste, Jenson Button, que, al igual que el anterior, ascendió un puesto tras la descalificación del australiano Daniel Ricciardo (Red Bull), por consumir más combustible del permitido.
Decisión que ha sido recurrida por el equipo liderado por el cuádruple campeón mundial alemán Sebastian Vettel, que abandonó en Melbourne, al igual que el inglés Lewis Hamilton -campeón en 2008 y compañero de Rosberg-, que había salido desde la 'pole'.
La FIA tomará una decisión al respecto después de la carrera de Bahréin, que albergará dentro de dos domingos el tercer Gran Premio del año.
El inglés Christian Horner, su jefe de equipo, está convencido de que Ricciardo será recalificado “ya que ni él, ni la escudería Red Bull hicieron nada malo”. Pero, de momento, el equipo dominante de los últimos años figura sin puntos, en un campeonato en el que Mercedes y los coches que llevan ese motor vislumbran poderío.
El año pasado en Sepang se impuso Vettel, firmando un 'doblete' polémico para Red Bull junto a su ex compañero australiano Mark Webber, tras -supuestamente- desoír órdenes internas y hacer mundialmente famosa la consigna “Multi-21”, que, al parecer, indicaba que el coche 2 (el de Webber) debía cruzar la meta por delante del suyo (el 1).
En Malasia, donde el viernes arrancan los entrenamientos libres, está previsto que el domingo se den 56 vueltas a Sepang, un circuito de 5.543 metros, para completar un recorrido de 310 kilómetros.
Los compuestos elegidos por el suministrador único de neumáticos, Pirelli, son el duro (reconocible por la raya naranja) y el medio (blanca), en caso de que las previsiones, que anuncian posibles lluvias, sean inciertas.
El mexicano Sergio Pérez, que, en su cuarta temporada en la categoría reina, debutó con Force India con un décimo puesto en Melbourne, aspira a mejorar sus prestaciones en Malasia, donde hace dos años firmó una carrera magistral, al acabar segundo, detrás de Alonso. Su compatriota Esteban Gutiérrez (Sauber) buscará puntuar, tras haber sido duodécimo en Albert Park.
Al igual que el venezolano Pastor Maldonado (Lotus), que no acabó en Australia, donde brillaron los Toro Rosso, que cuentan con el patrocinio de la petrolera española CEPSA: el francés Jean-Eric Vergné fue octavo, por delante del debutante ruso Daniil Kvyat, que batió el récord de Vettel y se convirtió, con 19 años, en el piloto más joven de la historia en puntuar en un Gran Premio.