“Durante todo el fin de semana hemos estado fuera de ritmo y con problemas de agarre, lo que, lamentablemente, significó que cada vuelta de la clasificación fue un suplicio”, aseveró el piloto de Países Bajos.
“No teníamos un buen equilibrio del coche en las vueltas y teníamos poca sensación de agarre tanto en el eje delantero como en el trasero. Lo intentamos durante el fin de semana y no obtuvimos muchas respuestas”, añadió.
“Nada marcó una gran diferencia, lo cual fue extraño, ya que normalmente obtenemos respuestas cuando cambiamos la configuración del coche durante el fin de semana. No fue una gran actuación, pero maximizamos todo lo posible y analizaremos más a fondo de cara a mañana. Hoy no tuvimos un gran ritmo y el domingo será difícil adelantar a los coches de delante, pero nunca se sabe lo que puede pasar”, concluyó.