“Checo”, nacido hace 33 años en Guadalajara (Jalisco), firmó en Baku -relegando al segundo puesto a su compañero, el neerlandés Max Verstappen- su sexta victoria desde que corre en la F1: la segunda en esa pista (después de la de 2021) y la segunda del curso, tras haberse impuesto en Yeda (Arabia Saudí). El mexicano, que también ganó el sábado la primera de las seis pruebas sprint programadas este año, sigue segundo en el Mundial, pero ahora a sólo seis puntos del líder, su colega de los Países Bajos.
Si un mexicano puede convertirse en líder del Mundial era una pregunta de improbable formulación hace tan sólo un par de años. Pero ya no lo es. Y no es ninguna locura pensar que México pudiese festejar a un campeón del mundo de F1; como quedó demostrado de nuevo el pasado domingo, a orillas del Mar Caspio: uniendo el talento de Sergio Pérez a las prestaciones del casi imbatible RB23.
Con el mejor coche de la parrilla, 'Mad Max' y el bravo piloto tapatío -que ha festejado cinco de sus seis triunfos en circuitos urbanos- se han repartido las victorias en las cuatro primeras pruebas de la temporada. Y, en una pista debutante el año pasado -donde ganó Verstappen y él fue cuarto-, 'Checo' se convertirá en el nuevo líder del Mundial si gana el domingo en Miami, donde contará con el apoyo de numerosos compatriotas.
Hay otras combinaciones, pero, aunque no tomase el liderato en Florida, por lo visto en el arranque de temporada, el bravo piloto tapatío se ha convertido en serio candidato a ganar el certamen. Aunque tiene un problema, que a nadie se le escapa: su compañero, de 25 años, que apunta a un tercer título consecutivo.
'Mad Max' lidera con 93 puntos, seis más que 'Checo' y con 33 sobre Alonso, tercero en el Mundial. En una Fórmula Uno en la que cada vez se habla más en español y en la que, en un arranque de curso muy alejado de lo que esperaba, el madrileño Carlos Sainz (Ferrari) es quinto.
Después de subir al podio y elevar a 101 su número de 'cajones' en la F1 en las tres primeras carreras del año (Baréin, Arabia y Australia), sus tres primeras con Aston Martin, Alonso acabó cuarto, tras otra sensacional actuación, en la capital de la antigua república soviética; donde el sábado concluyó sexto el sprint.
El doble campeón mundial asturiano se ha erigido en el auténtico animador del campeonato y en el gran líder polifacético de Aston Martin, escudería que ha pasado de tener el séptimo coche en parrilla a ocupar el segundo puesto en el Mundial de constructores, con 87 puntos; 93 menos que la de momento incontestable Red Bull; que ha firmado tres 'dobletes' en las cuatro primeras carreras del curso, y que, de seguir la cosa así, resolverá el Mundial de pilotos en duelo interno.
Pero quedan 19 carreras hasta el cierre del ejercicio, a finales de noviembre y en Abu Dabi. Por lo que Alonso y Aston Martin -y, ansiosos de mejoras, Mercedes y Ferrari- estarán al quite; en espera de errores de los muy dominantes toros rojos.
De momento, en el circuito diseñado en el entorno del Hard Rock Stadium, donde juegan como locales los Miami Dolphins, equipo de la NFL, la espectacular liga profesional de fútbol americano. Una pista de 5.412 metros -con 19 curvas, doce de ellas a la izquierda- re-asfaltada y abrasiva; con tres zonas de DRS; en la que se alcanzarán muy altas velocidades punta; y en la que, con muy elevadas temperaturas, será determinante la gestión de los neumáticos.
Sainz, que salió insatisfecho de Azerbaiyán, es quinto en el certamen, con 34 puntos; 14 menos que el séptuple campeón mundial inglés Lewis Hamilton (Mercedes) y con seis de ventaja sobre su compañero, el monegasco Charles Leclerc; que en Baku firmó su decimonovena 'pole' en la F1 y también arrancó primero en el sprint del sábado. Antes de acabar, en ambas ocasiones, tercero: por detrás de los Red Bull.
El piloto del bello principado de la Costa Azul logró en Azerbaiyán el primer podio del año para Ferrari, la escudería más laureada de la historia, pero que no pasa del cuarto puesto en el Mundial de constructores, con 62 puntos. A 118 ya de Red Bull y a catorce de Mercedes; que, después de marcar el hito de estar ocho años seguidos ganando el certamen por equipos, fue destronada la pasada temporada por la escudería de la bebida energética y ahora es tercera, a once puntos de la Aston Martin.
Carlos -con una victoria y quince podios en la F1- buscará mejor fortuna este fin de semana en la Florida, donde el año pasado concluyó tercero, por detrás de Verstappen y de Leclerc.
En Miami se rodará con neumáticos de la gama de compuestos intermedia: los C2 -duros, reconocibles por la raya blanca-, los C3 -medios, raya amarilla- y los C4 -blandos, roja-.
Después del nuevo formato estrenado en Baku, con dos calificaciones y dos carreras -cortas y largas, que volverá a usarse cinco veces más esta temporada-, en la muy calurosa Miami arrancarán este viernes los entrenamientos libres de un fin de semana con la configuración habitual.
Los ensayos se completarán el sábado, horas antes de la calificación, que ordenará la parrilla de salida de la físicamente muy exigente carrera dominical: prevista a 57 vueltas para completar un recorrido de 308,3 kilómetros.