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El pasado sábado fuimos a visitar con un grupo de amigos a los abuelos del Hogar “Santo Domingo”, llevamos víveres, el desayuno y un grupo musical que llenó de alegría el lugar, con ellos cantamos, bailamos, reímos y disfrutamos de la más cálida mañana a pesar del frío.
Ahí conocí a Don Víctor, el artesano del hogar. Se acercó muy amablemente a ofrecerme un portatermo de Cerro Porteño, hecho de papel, que compré.
Luego me invitó al quincho donde se encuentra su taller y nos pusimos a charlar, me contó que está en el Hogar hace seis meses, que vino desde el Hogar “Gijon Roga” de Luque, y trajo consigo todos sus elementos de trabajo.
Sin dejar de pegar los rollitos de papel, me decía que estaba con un pedido urgente de un hincha olimpista y que le disculpe si no dejaba de lado sus labores. Le contesté que no se preocupe, que yo tenía todo el tiempo del mundo para escucharlo. Entonces fue cuando me miró con una sonrisa y dijo algo que nunca voy a olvidar, “¿sabes mi hija por qué no dejo de trabajar? porque hacer lo que a uno le apasiona es la mejor terapia para el corazón y la mente” y siguió enrollando papeles.
Hablamos un buen rato más y fue cuando le prometí que haría conocer su trabajo, por eso escribo, para que todos ustedes conozcan a don Víctor Cano, un señor a quien la vida no le dio el mejor trato, pero eso nunca lo detuvo, siguió fuerte y con una sonrisa, dando vida y color a sus tiras de papel.
Don Víctor me dio las gracias por visitarlo y mostrar interés en su trabajo, pero soy yo la agradecida por ese tiempo y sus palabras tan lindas. Muy pocas veces se tiene la oportunidad de contar historias tan lindas. Fue la primera vez que fui al hogar y sin duda alguna habrá infinitas veces más.
Para todos los que quieran contactar con Don Víctor, les paso el celular (0981) 298-758, también si quieren visitar a los demás abuelos les dejo la dirección del Hogar Santo Domingo, es en Avda. Sacramento 1831 y Cap. Lombardo, frente a la salida principal del IPS, el teléfono es (021) 290-144.
Sandra Añazco