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De acuerdo con los pronósticos, el 1 de julio, se registrarían probablemente las temperaturas más bajas; no será una helada real, sino una agronómica, significa que en algunas zonas (sobre todo en lugares bajos) habrá hielo en la superficie del suelo. Esto podría causar pequeños perjuicios a nivel productivo; la humedad acumulada bajo la tierra y en el ambiente evitará que los daños sean mayores, dijo Alvizo.
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De registrarse el segundo helamiento, en la segunda quincena de julio y no hay lluvias, ahí si las heladas pueden ser más perjudiciales. De acuerdo con los datos existentes es improbable la posibilidad de precipitaciones a partir del próximo mes porque es normal que no llueva. Eso sí se asocia con La Niña la situación sería más acuciante. A nivel general las temperaturas serán muy oscilantes (hará frío y calor de manera alternada), dijo.
Además, explicó que en julio y agosto se podrían tener temperaturas bajas y altas; significa que el frío será cíclico (cada 12 o 15 días) con mínimas de 3 y 4 C. En esta época invernal se prevé máximas de hasta 30 C. Lo acuciante, es que las jornadas frías podrían estar acompañadas de sequía y de vientos del norte, esto por lo general trae consigo los famosos incendios de pastizales.
De manera preventiva, los propietarios de ganados deben ir preparando ensilajes aprovechando que todavía hay mucho pasto, sorgo, maíz para cuando haya sequía y no hayan forrajes para alimentar sus animales. “Los agricultores que tienen su producción a cielo abierto pueden proteger sus plantaciones con diferentes métodos, pero no quemando cubiertas, con esa metodología resguardan sus cultivos, pero perjudican el medio ambiente e incluso la salud del ser humano”, señaló.