El organismo indicó en un comunicado que el domo de lava que había sido visto en el cráter del volcán durante un sobrevuelo realizado el 10 de julio pasado “fue destruido por las explosiones” ocurridas en los días anteriores.
En su lugar, quedó un cráter de unos 200 metros de diámetro y unos 20 a 30 metros de profundidad, apuntó el Cenapred tras un nuevo vuelo realizado ayer con apoyo de la Secretaría de Marina para reconocer el estado de “Don Goyo”, como se conoce popularmente a este volcán.
El domo es un tapón de lava solidificada que frena la salida del magma, eleva la presión interna y genera los eventos explosivos en el cráter del volcán, situado a unos 70 kilómetros al sureste de la Ciudad de México.
Según el sistema de monitoreo de la montaña, una de las exhalaciones más importantes de las últimas horas se registró en los primeros minutos de hoy “con una emisión de vapor de agua, gas y pequeñas cantidades de ceniza”.
Durante la madrugada pudo observarse incandescencia en el cráter del Popocatépetl, pero ya en la mañana se perdió la visibilidad del volcán “debido a las condiciones de nubosidad” que hay en la zona, agregó el Cenapred.
Las autoridades mexicanas mantienen la alerta volcánica en nivel amarillo fase 3, nivel previo a la evacuación de las comunidades más cercanas.
Este nivel de alerta contempla la probabilidad de actividad explosiva de escala intermedia a alta, crecimiento de domos de lava y posible expulsión de material incandescente. Además, continúa prohibido el acceso en un radio de seguridad de 12 kilómetros y el tránsito controlado entre las localidades de Santiago Xalitzintla y San Pedro Nexapa por el Paso de Cortés.
El Popocatépetl es supervisado las 24 horas de modo que “cualquier cambio significativo de la actividad del volcán será notificado oportunamente” a la población.
Con una altitud de 5.452 metros sobre el nivel del mar, “Don Goyo” es uno de los 14 volcanes activos del país, pero por su proximidad a la capital las autoridades mantienen una estrecha vigilancia sobre él.