“Les avisé que el motor de la nave era potencialmente peligroso”, explicó Carolynne Campbell, principal experta en propulsión de cohetes de la Asociación Internacional para el Avance de la Seguridad en el Espacio (IAASS, por sus siglas en inglés), con sede en Holanda.
Las advertencias de la experta se basaban en el uso de óxido de nitrógeno como combustible en otras pruebas de vuelo.
Campbell afirmó que en 2009 había enviado copias de un artículo científico sobre los peligros de la propulsión de cohetes “a varias personas de Virgin, pero fue ignorado” , al igual que una posterior conversación telefónica al respecto.
El vuelo número 35 del SpaceShipTwo, diseñado para que turistas realicen viajes suborbitales, era el primero que utilizaba un nuevo tipo de combustible para cohetes, pero no estaba claro que comprendiera óxido de nitrógeno.
Poco después del accidente el magnate británico y jefe de Virgin, Richard Branson, cuyo sueño de organizar viajes comerciales al espacio sigue vivo, se había adelantado a estas reacciones.
“Hemos estado llevando a cabo un programa completo de pruebas durante muchos años y la seguridad siempre ha sido nuestra prioridad número uno”, dijo Branson. Además, pidió que no se especulara con las causas del accidente hasta tener un informe de los investigadores, que ya trabajan en el lugar.
El presidente de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte, Christopher Hart, adelantó que los restos del cohete SpaceShipTwo quedaron esparcidos en un área de ocho kilómetros de largo, lo que indicaría una ruptura durante el vuelo. Hart aseguró que la investigación en el campo durará una semana, pero que la labor completa para obtener un análisis “tardará probablemente 12 meses”.
El accidente del viernes es el segundo desastre que afecta a la industria espacial privada en pocos días, después de que el cohete Antares que transportaba suministros a la Estación Espacial Internacional (EEI) explotara tras despegar en Virginia el martes.
En 2007, tres personas murieron tras la explosión de otro cohete diseñado para ser usado en el SpaceShipTwo.
Tom Bowe, quien escribió una biografía no autorizada sobre el magnate, aseguró a la radio BBC el sábado que varios ingenieros de Virgin Galactic se habían mostrado preocupados en los últimos años por la seguridad, después del accidente de 2007.
“Todos los ingenieros que trabajan en el proyecto en California con los que hablé me dijeron que era muy peligroso”, contó.
Los expertos dicen que el accidente atrasará por varios años la llegada de los vuelos turísticos al espacio.
Virgin Galactic esperaba realizar sus primeros vuelos en 2015, dirigidos a clientes capaces de costearse los 250.000 dólares por un billete en la nave de seis plazas.
Cerca de 500 personas, incluyendo a famosos de Hollywood como Leonardo DiCaprio, ya reservaron sus asientos en los primeros vuelos, según reportes, pero Branson aseguró que quienes quisieran cancelar su reserva podrán recuperar su dinero.
Compañías privadas tratan de llenar el vacío dejado por la agencia espacial estadounidense NASA, que finalizó su programa de transbordadores en julio de 2011 con la misión Atlantis hacia la ISS.
“No vas a ver ningún vuelo turístico espacial el próximo año o probablemente en los próximos años después de esto” , dijo Marco Cáceres, analista y director de estudios espaciales para la firma consultora Teal Group.
En el accidente de este viernes falleció el piloto Michael Alsbury y el copiloto Pete Siebold quedó gravemente herido.