El proyecto, de especial interés para países subdesarrollados y hasta el momento experimentado de forma positiva en ratones, está dirigido por el Centro de Neurociencias y Biología Celular (CNC) de la Universidad de Coimbra y podría ser extensible a la prevención de enfermedades de transmisión sexual.
El objetivo, según informó la propia universidad, es crear una vacuna genética que sea más ventajosa para países en vías de desarrollo en los que escasean los profesionales de la salud, en este caso enfermeros, que puedan aplicar la vacuna inyectable.
Además, con esta vacuna genética que se administra vía nasal y que no necesita de un profesional de la medicina para su aplicación, se eliminarían las complicaciones que se puedan generar a partir de la inyección, así como las infecciones que se originan por la reutilización de las jeringuillas.
El proyecto, coordinado por la investigadora portuguesa de la Universidad de Coimbra Olga Borges, ha sido publicado recientemente en la revista científica Molecular Pharmaceutics. Según Borges, las moléculas terapéuticas de esta vacuna genética serían transportadas desde la mucosa nasal al interior de las células, hecho que ha quedado probado en los ensayos desarrollados con ratones.
Esta futura vacuna se basaría en las moléculas denominadas “plásmidos” que, en teoría, son mucho más resistentes a las variaciones de temperatura que las vacunas que se comercializan en la actualidad, basadas en los antígenos que estimulan el sistema inmunitario.
En este caso, según la Universidad de Coimbra, los plásmidos son pequeñas moléculas que transmiten información genética para las células del cuerpo, por lo que son capaces de activar mecanismos de defensa en el organismo humano y, así, lograrían combatir el virus que origina la hepatitis B. A partir de dicha información genética se desarrollarían, por tanto, los denominados anticuerpos, que se crean en la sangre y en la mucosa nasal y vaginal.
Olga Borges ha asegurado que “las nanopartículas desarrolladas también se podrán usar para prevenir enfermedades de transmisión sexual, ya que inducen a producir anticuerpos en la mucosa vaginal, de forma más eficaz que las vacunas inyectables”.
El proyecto, que cuenta con la colaboración de la Universidad de Ginebra, forma parte de una línea de investigación que inició la Facultad de Farmacia de Coimbra en el año 2003. Además, este tipo de nanopartículas han sido desarrolladas durante otros cuatro años a través del proyecto de doctorado en la Facultad de Farmacia de la Universidad de Coimbra, ejecutado por la investigadora Filipa Lebre.
La hepatitis B es una enfermedad infecciosa del hígado, causada por un virus que, sobre todo, se propaga por la saliva, la sangre, el semen o por cualquier líquido corporal de una persona que padezca la infección.