Un “cerebro volador” fue lanzado al espacio

Un robot con inteligencia artificial y forma de pelota, apodado “cerebro volador” y entrenado para interactuar con un astronauta alemán, despegó ayer hacia la Estación Espacial Internacional (EEI) a bordo de la nave Dragon, de la compañía SpaceX.

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Una mano de repuesto para el brazo robótico de la estación, un experimento para medir el estrés de las plantas en el espacio y un estudio de un nuevo tratamiento contra el cáncer también viajan en el Falcon 9, que despegó desde Cabo Cañaveral, en la decimoquinta misión de aprovisionamiento de SpaceX.

La cápsula Dragon, integrada al cohete Falcon 9, lleva 2.700 kilos de material y es parte del contrato que SpaceX suscribió con la NASA por unos 1.600 millones de dólares. La primera fase del lanzamiento transcurrió sin inconvenientes hasta que Dragon se separó del cohete, luego de unos diez minutos, y desplegó sus paneles solares.

El lunes 2 de julio debe alcanzar la EEI, a 400 km sobre el nivel del mar. No es el primer viaje de este cohete ni de esta nave de carga: en 2016 Dragon fue lanzada al espacio, y hace dos meses este mismo cohete se utilizó para poner en órbita un satélite de la NASA.

“Un experimento histórico en IA”

El principal objetivo de este vuelo será demostrar si esta tecnología funciona, pues el robot debe ser capaz de guiar a Gerst en varios procedimientos, incluso mostrándole fotos y videos de ser necesario. Gerst también podrá preguntarle cosas más allá del simple procedimiento del que estén hablando. CIMON está equipado con un micrófono en la parte posterior, una cámara infrarroja en el frente, dos baterías y, quizás lo más importante, un botón “offline” o “fuera de línea”.

Una vez activado el “fuera de línea”, Gerst puede estar seguro de que nada de lo que diga se transfiere al servidor de IBM en la Tierra. Cuando se enciende, las grabaciones de voz se activan nuevamente. Otros experimentos a bordo de Dragon incluyen una nueva mano robótica, o efector final de enganche, para el brazo robótico de fabricación canadiense que tiene la estación espacial.

Quedará para repuesto en la estación. Los astronautas repararon la mano actual del brazo robótico, que empezaba a dar muestras de “artritis” después de 17 años de uso, durante una serie de salidas espaciales en los últimos meses.

También entre la carga se encuentra un proyecto para medir el estrés hídrico en las plantas de la Tierra y también cómo algunas regiones pueden responder al cambio climático. Otro experimento tiene como objetivo ayudar a los científicos a comprender cómo las células que recubren los vasos sanguíneos crecen en el espacio, en el marco de un nuevo tratamiento contra el cáncer.

La cápsula Dragon permanecerá en la EEI hasta agosto, cuando regresará a la Tierra con más de 1.700 kilos de materiales de investigación, hardware y suministros para la tripulación, dijo la NASA.

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