Surface fue lanzado como un escaparate para la nueva versión de su sistema operativo Windows 8, que también salió a la venta el viernes, y pensado para intentar recuperar el tiempo perdido en el mercado móvil, ampliamente dominado por el sistema Android de Google. La mayoría de los analistas consideran las ventas de Surface difíciles de prever, pero el aparato logró despertar interés.
En su sitio en internet, Microsoft detalló que la entrega de la tableta demoraba “tres semanas”, en una posible señal de importante demanda.
“Es un acercamiento diferente, y dependerá en gran parte de los consumidores que prueben el aparato y vean si les resulta o no”, subraya Michael Gartenberg, un analista de la firma de investigación Gartner.
Microsoft multiplicó las alusiones al iPad durante un evento de lanzamiento este jueves; de hecho, el modelo básico tiene el mismo precio que su competidor en Estados Unidos. Pero Surface posee una pantalla mayor que la de las tabletas ya en el mercado, y es una suerte de híbrido entre tableta y computadora cuando se le añade una tapa especial que permite incorporar un teclado.
Este accesorio es “caro”, pero “un buen plus que funciona bien y acerca a la tableta como sustituto de una computadora portátil”, estimó el viernes Bank of America Merrill Lynch en una carta a sus clientes.
Sus analistas se declaraban “impresionados por la apariencia, la sensación y el uso de Surface”, valorando la calidad de la pantalla o los puertos para conectar otros aparatos o insertar tarjetas de memoria.
Más escéptico, Douglas McIntyre del sitio de análisis 247Wallt.com, no cree que Surface tenga éxito, porque “Microsoft llega tarde al mercado de las tabletas, y Windows no se ganó muchos adeptos en los aparatos móviles”.
“Pero incluso un éxito modesto para Surface sería un indicador de que el grupo (...) es capaz de llegar a la esfera móvil”, estimó.
El director general de Apple, Tim Cook, por ahora se muestra sereno. “Supongo que podríamos fabricar un automóvil con alas y flotadores, pero no creo que pueda hacer todo esto muy bien”, dijo con ironía el jueves.
Apple habilitó, por su parte, también este viernes, las reservas para el iPad mini, que parece desatar una fuerte demanda: las tiendas en línea empezaron a alargar los plazos de entrega a dos semanas, es decir ocho días más de espera que para comprarlo en las tiendas.
Pero el iPad mini es visto como un gesto defensivo, para rivalizar con Google o Amazon, que seducen cada vez más con sus tabletas económicas. Apple reconoció haber hecho uso de sus beneficios para lograr precios bajos, aunque se mantienen más elevados que los de tabletas competidoras.
Los últimos resultados financieros de Apple también mostraban un crecimiento menos fuerte que lo previsto. Las ventas de iPad bajaron más de lo que preveían los analistas, a 14 millones de unidades en el tercer trimestre, contra 17 millones en el segundo.
La demanda de productos de Apple podría seguir disminuyendo, debido a la feroz competencia, pero también porque el mercado empieza a saturarse. “Apple todavía no llegó a este punto, pero en algún momento esto va a pasar, dado que no existe una fuente de consumidores inagotable, en particular debido a sus precios altos”, observó Douglas McIntyre.
El analista considera incluso que “Microsoft tal vez haya salido de la sombra de Apple” dejando entrever la posibilidad de que con Windows 8 su regreso a las primas planas tecnológicas, de donde tiende a desaparecer junto con las computadoras personales.