Este chef, uno de los de más renombre del continente, espera que este “cereal milagroso” logre mejorar la vida de las poblaciones del Sahel (una franja de territorio que va desde Senegal a Eritrea) e imponerse en los países desarrollados. Un sueño que expuso ante la conferencia TEDGlobal 2017 (Technology, Entertainment and Design) que se celebra en estos días en Arusha, Tanzania.
A medio camino entre la sémola de trigo y la quinua, el fonio se cultiva en el continente africano desde hace unos 5.000 años, según Thiam, quien afirma haberlo descubierto en el sureste de Senegal hace varios años cuando escribía un libro de recetas.
Según sus investigaciones, el fonio era tan apreciado que hay rastros suyos en las tumbas egipcias, entre los alimentos que se colocaban para acompañar a los difuntos en el más allá. Los dogones, un grupo étnico de Malí, consideran por su parte que el universo se formó a partir de un grano de fonio.
Peró el cereal cayó en el olvido y ahora sólo se cultiva en el oeste del Sahel, como en Kedugu, una de las regiones más pobres de Senegal.
Thian culpa de ello a una “mentalidad colonial” que hace que los senegales no valoren sus culturas locales y prefieran el arroz importado de China y, los más adinerados, los cruasanes de Francia.
“Existe un potencial agrícola inexplotado en el Sahel y basta con cambiar las condiciones de acceso al mercado para liberarlo”, asegura el chef.
“El fonio crece sin problemas en una región sujeta a la sequía y a la hambruna. Este pequeño grano podría aportar grandes respuestas”, añade.
De hecho, el fonio necesita muy poca agua y como el mijo permite a los campesinos sobrevivir entre dos periodos de cosecha.
El cultivo de fonio es “excelente para el medio ambiente”.
“Tolera suelos pobres y requiere muy poca agua. Prospera allí donde no crece nada”, explica Thiam.
En 2016, el cocinero logró que la cadena estadounidense de supermercados ecológicos Whole Foods comercialice el cereal y desde el mes pasado puede verse en los estantes de la marca en Nueva York. Pero quedan muchos obstáculos para que el fonio se imponga en el mercado floreciente de los alimentos sanos.
Su producción exige un proceso laborioso de cosecha manual. Hay que cribarlo y pelarlo. Y resulta muy difícil mantener siempre la misma cantidad para poder comercializarlo. Aún así Thiam no pierde la esperanza.
La conferencia TEDGlobal de Arusha, que se prolonga hasta el miércoles, es una vitrina de ideas, innovaciones y creatividad de África.