A partir del sábado, expertos y líderes de 128 países se abocarán a la titánica tarea de diseñar soluciones para frenar el deterioro de la fauna, la flora y los suelos.
“La ciencia lo demuestra: la biodiversidad está en crisis a escala mundial”, declaró a la AFP el director general de WWF, Marco Lambertini, antes de esta reunión de la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (IPBES), prevista hasta el 26 de marzo en Medellín, en el noroeste colombiano.
Agregó que dependemos de la biodiversidad por los alimentos que comemos, el agua que bebemos, el aire que respiramos, la estabilidad del clima y, sin embargo, nuestras actividades ejercen presión sobre la capacidad de la naturaleza para solventar nuestras necesidades.
Para hacer esta evaluación, el IPBES dividió al planeta en cuatro regiones: América, África, Asia-Pacífico y Europa y Asia Central. A cada región se le dedica un análisis de entre 600 y 900 páginas, que los 750 delegados estudiarán a puerta cerrada. Pero las grandes líneas de su contenido se divulgarán el 23 de marzo.