Eso explicó su presidente en una entrevista publicada çpor el diario Nikkei.
El máximo dirigente de la empresa con sede Kioto (oeste de Japón), Satoru Iwata, apuntó que reducir de esta manera los costes de desarrollo permitirá a Nintendo ofrecer estos contenidos a precios competitivos que en muchos casos estarían por debajo de los 1.000 yenes (unos 7,40 euros).
El gigante nipón de los videojuegos también incrementará el número de demos (versiones de prueba) gratuitas para promocionar más los juegos nuevos y potenciar las compras de los mismos.
Pese a que algunas voces críticas con el rumbo que ha tomado la compañía creadora de Super Mario en los últimos tiempos han sugerido que Nintendo debería reducir el precio de venta de sus consolas, Iwata insistió en la entrevista que la empresa no tiene intención alguna de ir en esa dirección.
“Tenemos intención de retornar a niveles de beneficios más propios de nuestra compañía en torno al ejercicio que concluye en marzo de 2017”, aseguró un Iwata que sugirió que para entonces las ganancias deberían situarse en torno a los 100.000 millones de yenes (unos 744 millones de euros) .
Para el actual ejercicio fiscal, que en Japón concluye el próximo 31 de marzo, Nintendo prevé un beneficio neto de unos 30.000 millones de yenes (223 millones de euros) después de haber perdido en el anterior 23.200 millones (172 millones de euros) por la fría acogida que recibió su consola doméstica Wii U.