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Fabricantes automotores suelen utilizar la ciencia ficción como fuente de inspiración para sus productos y, en el campo de automotores, hablar de neumáticos esfericos nos recuerda a largometrajes como Yo, Robot. Más aún, este es concepto fue el adoptado por Goodyear.
Impresa por 3D, con trazos que asemejan al propio cerebro humano y enlazadas por conexión magnética, la idea del neumático esférico se presenta con la intención de ofrecer una maniobrabilidad imposible de acometer con la configuración actual de los coches, basada en la levitación magnética gracias a potentes electroimanes sería posible hacer que el coche pueda girar 360 grados sin moverse un centímetro.
Innovando además el proceso de fabricación al emplear una impresora en 3D, lo cual les permitiría imprimir bandas de rodadura diseñadas a modo personalizado acorde a las condiciones ambientales de los diferentes países enfocados. Una impresora en 3D y material específico serían más que suficientes en el futuro dado que, en la actualidad, los procesos de fabricación de un neumático de calidad son mucho más complejos.
El control de las ruedas esféricas sería posible gracias a un pequeño ordenador colocado en el interior de los neumáticos y que estaría conectado con la central del vehículo, más sensores incorporados para registrar las condiciones de la ruta y ajustar la velocidad del vehículo.
Ahorro de espacio y estacionamiento perfeccionado gracias a la informatización entre vehículos autonomos y la posibilidad de maniobras de 90º con neumáticos esfericos. Si bien el concepto se ve prometedor, Goodyear asegura que aún se debe trabajar la tecnología magnética para lograrlo, estimando sus primeros modelos recién a mediados de siglo.